Actualizado 06/06/2007 16:42

Las malversaciones de fondos de ministerios de Educación a las escuelas llegan hasta el 80 por ciento, según la UNESCO

MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las malversaciones de fondos destinados por los ministerios de Educación a las escuelas pueden representar, en algunos países, hasta el 80 por ciento del total de las sumas asignadas a éstas por concepto de gastos no salariales, según las conclusiones de un estudio hecho público hoy en París por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Así, los sobornos y cohechos en las contrataciones y los ascensos profesionales de los docentes inducen una disminución de la calidad de la docencia mientras que los cobros ilegales de derechos para ingresar en las escuelas y otros gastos "ocultos" contribuyen a la reducción de las tasas de escolarización y al aumento de los índices de deserción escolar.

Como ejemplo, se expone que en Honduras las asignaciones de fondos a docentes "fantasmas" representan el 5 por ciento de la nómina total del profesorado y en Papua Nueva Guinea, el 15 por ciento, expone el informe, editado en inglés bajo el título 'Corrupt schools, corrupt universities: What can be done' ('Escuelas corruptas, universidades corruptas: ¿qué se puede hacer?").

La corrupción en la enseñanza superior reviste, según el estudio, formas "muy variadas", desde fraudes en la educación transfronteriza, universidades ficticias, títulos imaginarios hasta fraudes en las acreditaciones. Como ejemplo, explica que entre 2000 y 2004, el número de universidades ficticias en Internet se multiplicó por cuatro, pasando de 200 a 800.

En Ucrania, las autoridades académicas de las universidades privadas señalaron en 2005 que era necesario recurrir a una u otra forma de cohecho para conseguir los permisos y convalidaciones reglamentarios exigidos a los 175 centros de enseñanza superior existentes en este país, añade este documento, alertando de que las distintas formas de corruptelas están "socavando seriamente" los sistemas educativos del mundo.

Los autores del informe, Jacques Hallak y Muriel Poisson, exponen diversos casos en los que la adopción de medidas fácilmente aplicables ha conseguido acabar con las prácticas corruptas. En Uganda, por ejemplo, tan sólo 13 por ciento de la subvención anual por alumno asignada a las escuelas fue percibida efectivamente por éstas a principios del decenio de 1990.

Los funcionarios locales se apoderaban del resto de los fondos y lo destinaban a fines que nada tenían que ver con la Educación. Gracias a una campaña nacional de información que dio a conocer a las comunidades locales a dónde iba a parar el dinero realmente, la situación cambió por completo y se logró que 85 por ciento de los fondos asignados llegara a sus destinatarios legítimos.

"MAYOR TRANSPARENCIA" Y REFORZAMIENTO DE LA GESTIÓN.

Por ello, estos expertos sostienen en su informe, resultado de varios años de investigación sobre ética y corrupción realizados por el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE), que una "mayor transparencia" de los sistemas de reglamentación, un reforzamiento de las capacidades de gestión para mejorar la rendición de cuentas y una "mejor apropiación" del proceso de gestión pueden contribuir al desarrollo de sistemas educativos exentos de corrupción.

Concretamente, formulan, entre otras, recomendaciones como establecer normas y reglamentaciones "claras", procedimientos "transparentes" y un marco de políticas "explícito" en los que se especifiquen las responsabilidades que incumben a cada una de las distintas partes interesadas en lo que respecta a la asignación, distribución y utilización de los recursos de la educación.

Mejorar las competencias en materia de gestión, rendición de cuentas, supervisión y auditoría del personal administrativo y otras partes interesadas en el sistema educativo, esto es, las asociaciones padres-docentes, los sindicatos profesionales y otras organizaciones pertinentes de la sociedad civil son otros consejos propuestos en este informe, en el que se analizan experiencias de más de 60 países.

Asimismo, se aboga por facilitar al público en general el acceso a la información, a fin de posibilitar la participación, la apropiación y el control de la sociedad. Pero, por encima de todo, los factores que tienen una influencia más decisiva en la lucha contra la corrupción son, a juicio de los autores del documento, "la capacidad dirigente y la voluntad política en las más altas esferas gubernamentales".

"Este importante estudio representa para todos nosotros un llamamiento a la acción", declaró el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, subrayando que esa "corrupción generalizada" no sólo cuesta a las sociedades "miles de millones de dólares, sino que socava seriamente los esfuerzos vitales encaminados a proporcionar una educación para todos".

"Impide a los padres más desfavorecidos que manden a sus niños a la escuela, priva a las escuelas y los alumnos de equipamientos, merma el nivel de calidad de la docencia y, por consiguiente, el nivel de la educación en general. Por último, compromete el futuro de nuestros jóvenes. Tenemos que poner barreras", manifestó.