MADRID 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
La fiscal de menores de San Sebastián informó hoy al matrimonio formado por Ketty Sánchez y Michael Branson de que decidirá en un par de meses si elevar al juez o archivar su caso, después de que ambos declararan como imputados por haber optado por no llevar a sus hijos a clase y matricularlos a distancia en un centro de California, según declararon los imputados tras su declaración ante la fiscal.
Michael Branson aseguró a la salida de su comparecencia ante la Fiscalía que han recibido "más de 100 cartas de apoyo de todas partes de España, de Estados Unidos, y muchos sitios más". "Veremos qué nos depara la fiscal en un par de meses", señaló Branson.
Según la madre de los niños, Ketty Sánchez, se vieron "obligados" a sacarlos del sistema educativo porque no les era posible compaginar los horarios de sus cuatro hijos. Durante dos años, las autoridades educativas vascas rechazaron su petición de juntar a todos sus hijos en el mismo centro escolar por falta de plazas.
Este matrimonio asegura que en España se han dado casos similares, el último de ellos en Vitoria, en el que el juez falló a favor de los padres, y recuerda que el informe del Defensor del Pueblo del año 2006 calificó la educación en casa como una muestra de "pluralidad de la sociedad española" y ha iniciado trámites ante el Ministerio de Educación para conocer "eventuales proyectos" para reconocer esta modalidad educativa. El Defensor del Pueblo señaló en su que "el número de familias que optan por educar a sus hijos en casa, rechazando el sistema educativo tradicional por razones morales, filosóficas o religiosas, es actualmente muy elevado".
El matrimonio Branson-Sánchez tiene cuatro hijos de doce, diez, ocho y seis años respectivamente.