VILLAHERMOSA (MÉXICO), 5 Nov. (AP/EP) -
Los alimentos y el agua potable escaseaban ayer en el sur de México el domingo, tras una semana de inundaciones que destruyeron o dañaron gravemente las viviendas de medio millón de personas. Las autoridades dijeron que dos cadáveres más aparecieron flotando en las aguas contaminadas que cubrían buena parte de la región hasta llegar a las diez víctimas mortales conocidas del desastre.
Desde que los ríos empezaron a desbordarse el 28 de octubre, por lo menos medio millón de personas han sufrido la destrucción total o parcial de sus viviendas, y otras tantas se ven afectadas por la falta de servicios públicos y cortes de carreteras en el estado de Tabasco, según el gobierno.
Por su parte, el presidente Felipe Calderón anunció hoy un paquete de ayuda en diferentes zonas para el estado de Tabasco "con el fin de salir lo más pronto posible de la tragedia" y que incluye un plan de condonaciones de deudas, eliminación temporal de impuestos y un programa de reconstrucción, según informa el diario 'El Universal'.
Después de más de una hora de reunión privada de evaluación, el líder del ejecutivo pidió que nadie "medre con la tragedia que se vive en Tabasco". "Que no sea esto un motivo de división o de encono, que no haya propósitos de usufructo político, que no se comercie políticamente con la tragedia", señaló el mandatario mexicano.
