Actualizado 23/07/2015 18:49

Miedo y no querer perjudicar al agresor, inhibidores en denuncias por violencia de género

La culpa y las presiones familiares pierden fuerza a la hora de que una mujer se decida a denunciar los malos tratos

   MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Las mujeres que son víctimas de violencia de género no denuncian a sus agresores principalmente por diversos miedos (al maltratador y sus reacciones, a no ser creídas, a perder a sus hijos o no tener medios para salir adelante, entre otros), así como por la vergüenza que puede provocar el reconocer situaciones que se han tolerado, junto con el hecho de no querer perjudicar al agresor y evitar las repercusiones negativas que una denuncia pueda tener en su estatus social y laboral.

   Estas son algunas de las conclusiones del estudio 'Sobre la inhibición a denunciar de las víctimas de violencia de género', elaborado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, que han sido presentadas este jueves en la Secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.

APOYO A LOS RESULTADOS DE LA MACROENCUESTA

   Este trabajo, cuyas conclusiones coinciden en gran medida con las obtenidas en la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de este pasado marzo, se ha emprendido como apoyo a ésta y con el objetivo de "profundizar en el conocimiento de las motivos que impiden a las mujeres víctimas de malos tratos denunciar su situación de malos tratos y utilizar los recursos puestos a su disposición por las administraciones para su protección".

   En concreto, los resultados de la Macroencuesta de marzo revelan que el 86,67% de las mujeres que han sufrido violencia de su pareja o expareja han acudido a la policía o al juzgado, a algún servicio de ayuda o han contado su situación a alguien del entorno. No obstante, sólo el 28,6% de las víctimas de esta lacra han denunciado.

   La Delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, ha destacado también que el 44,6% dijo no conceder suficiente importancia a la violencia de género sufrida, el 26,56% por el miedo, así como la vergüenza y no querer que nadie lo supiera otro 21,08%.

   El estudio presentado este jueves, que ha sido realizado en Andalucía, se ha elaborado a partir de una muestra de 40 mujeres víctimas de violencia de género que no han interpuesto denuncia, y otras 10 que sí lo han hecho, además de con la aportación de profesionales del ámbito.

   Según la experta en violencia de género, criminóloga y psicóloga forense Pilar Menchón, las conclusiones del estudio son "orientativas" a la hora de abordar el problema de la violencia machista, ya que la selección de la muestra no se hizo a nivel estadístico.

ES UN PROCESO LARGO

   El hecho de que el proceso de finalizar una relación de violencia de género sea "largo y con muchas dificultades" puede influir también en que las mujeres no vayan a denunciar, al mismo tiempo que la etapa de abuso, control y amenazas que el maltratador inicia al percatarse de que la víctima una actividad que está fuera de su control, como el pedir ayuda.

   Asimismo, el deterioro psicológico que muchas mujeres sufren las inhabilita para tomar decisiones y buscar salidas a su situación, además de la percepción de ausencia de protección, miedo, y la precariedad socioeconómica.

LA CULPA Y LAS PRESIONES FAMILIARES PIERDEN FUERZA

   "Los sentimientos de culpabilidad al recibir malos tratos porque no son buenas madres, mujeres o no hacen bien las cosas han perdido fuerza. Han tomado conciencia de que los responsables de esas conductas son ellos", ha destacado Menchón.

   Asimismo, ha celebrado que las represalias hayan perdido fuerza a la hora de que una mujer se decida a denunciar, porque las víctimas saben que hay recursos para salir delante y la justicia les ampara, así como las represiones familiares o del entorno.

   Por otro lado, la experta ha destacado que es muy importante la infraestructura judicial y las denuncias para salir de la violencia de género, respetar los ritmos y la toma de decisiones de cada mujer, además de que hay que fortalecer a las víctimas en el proceso, así como la intervención inmediata e integral, que el acompañamiento también es necesario, así como la formación continua de los profesionales del ámbito.

   Por su parte, la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero ha anunciado durante la rueda de prensa de presentación que en octubre de este año comenzará una nueva campaña de concienciación contra la violencia de género, que estará dirigida a la sociedad en general. Su coste asciende a 1,5 millones de euros. Las dos llevadas a cabo este año han estado enfocadas a los adolescentes.