Actualizado 08/08/2007 16:09

El permiso de maternidad para hombres es una medida de género y no de conciliación, según una experta

SANTANDER, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

El permiso de maternidad para hombres es una medida de género y no de conciliación de la vida laboral y familiar, ya que intenta que la mujer no se excluya, forzosa o voluntariamente, del mercado laboral construyendo así una situación de desigualdad, según afirmó hoy la profesora de Derecho del Trabajo de la Universidad Illes Balears y magistrado suplente del Tribunal Supremo de Justicia de la Comunidad Valenciana, Amparo Ballester Pastor.

Durante su conferencia 'Conciliación de vida personal, familiar y profesional: el principio de corresponsabilidad' en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), la experta explicó que "la maternidad no tiene por qué ser titularidad de nadie" y que sus "beneficios" no deberían limitarse sólo a las mujeres ya que de este modo las responsabiliza del trabajo del hogar y del cuidado de los niños.

Según Ballester "la consecución de la igualdad real es una obligación de los poderes públicos" y, a su juicio, la mejor medida para ello no es "alargar" los permisos femeninos por maternidad sino potenciar la entrada del padre en el cuidado de los hijos.

Respecto a la nueva Ley de Igualdad, la experta declaró sentirse "optimista". En su opinión llega en "un momento adecuado" aunque afirmó sentirse "defraudada" porque el texto presenta "muchos huecos" en el ámbito de conciliación.

A pesar de que "pocos aspectos están tan detallados como la maternidad hace falta una política general", dijo, y señaló que, a su juicio, la legislación española cuenta aún con múltiples "paradojas" en este campo.

Ballester aseguró que las nuevas medidas legislativas para la maternidad, como la dotación de 2.500 euros por cada nuevo hijo que nazca, no van a suponer "ningún derroche" para el Estado, y criticó que aunque "el derecho comunitario protege extremamente la maternidad" se vuelve "tibio" cuando trata el cuidado de los hijos.

En este sentido, hizo hincapié en la necesidad de "alterar estereotipos" para "cambiar" las bases sociales, y en la necesidad de "potenciar" que los varones utilicen el permiso de paternidad "como ocurre en otros países de la Unión Europea".

DISCRIMINACIÓN LABORAL.

La experta señaló que las mujeres en "edad fértil" están más discriminadas en el trabajo y cuentan con una menor retribución salarial lo que, sumado a la complicación de proyección y promoción profesional que afecta frecuentemente a las madres trabajadoras, implica un descenso en la tasa de natalidad.

Según Ballester "tener hijos es un derecho" y, si una mujer se ve "forzada" a limitarlo por razones laborales aunque no se le obligue explícitamente a no tenerlos, no se están respetando sus derechos.

En este sentido, afirmó que "hay que exigir un sistema público de cuidado familiar de calidad" ya que, cuando se opta por contratar personal de servicios doméstico, se demuestra la "desconfianza" en el actual sistema que, de ser eficaz, podría ser una solución a los problemas de conciliación de vida familiar y laboral.

Ballester destacó que, al contratar personal doméstico para estas tareas, se contribuye a crear una "bolsa de trabajo marginal", sobre todo femenino, se "infravalora" esta actividad y se deja el cuidado familiar en manos de personal "no cualificado".

Esta conferencia se enmarca en el seminario 'Una sociedad en transformación: una ley para la Igualdad' que se celebra esta semana en la UIMP. En ella intervino además su directora, Maria Teresa Pérez de Río, que afirmó que "el permiso de paternidad debe ser obligatorio" al menos un mes y que, aunque la ley modificado múltiples cuestiones "no les ha dado un giro copernicano".

En su opinión, para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en el cuidado de los hijos y el hogar deben cambiar no sólo las instituciones sino también "las sensibilidades", y señaló que la nueva asignatura de 'Educación para la ciudadanía' puede ser un buen medio para intentar cambiar la situación.