Actualizado 04/12/2009 12:48

Una revisión por tuberculosis a refugiados de Sri Lanka descubre que llevaban meses con balas y metralla en sus cuerpos


MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de estudiantes desplazados ceilandeses tenía balas y metralla en sus cuerpos, según se descubrió cuando los trece estudiantes se estaban sometiendo a un examen médico para dictaminar si tenían tuberculosis, según afirmó el responsable de la oficina del distrito de Jaffna para esta enfermedad, S. Jamunanantha.

La mayor parte de los estudiantes tiene entre diez y 18 años, y hasta hace poco residían en los campamentos en Vavuniya. Decenas de miles de personas gozan, desde el pasado día 1, de libertad de movimiento en los campamentos donde han permanecido confinados desde mayo, mes en el que el Ejército de Sri Lanka derrotó a los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), poniendo fin a una guerra civil de más de 25 años.

Los estudiantes se habían visto obligados a abandonar sus hogares, en la región de Wanni, durante el enfrentamiento, informa la BBC. "Unos pocos estudiantes afirmaron que tenían balas en sus cuerpos, por lo que de inmediato les sometimos a una exploración de rayos X y encontramos tanto balas como metralla", explicó Jamunanantha.

El grupo ya ha sido trasladado al hospital universitario de Jaffna para que les sea practicada la cirugía necesaria. Mientras, los médicos afirman que temen que haya un número mayor de casos sin detectar en los grupos de refugiados. "Muchos de ellos fueron heridos en la fase final de la guerra y pueden haber recibido sólo primeros auxilios en la zona de guerra", añadió.

"Es altamente posible que algunos de ellos puedan tener aún balas o metrallas en sus cuerpos, por lo que les estamos pidiendo que acudan a nosotros para que se sometan a una exploración", afirmó.

Aunque los médicos indican que la presencia de balas no causa problemas de salud inmediatos, sí podría ser problemático a largo plazo, indicó Jamunanantha. Las autoridades sanitarias han manifestado su esperanza de que un número mayor de personas acuda hasta ellas para someterse a un examen médico.

Durante la fase final de la guerra, un número elevado de civiles resultó herido en los fuertes combates entre los Tigres Tamiles y el Ejército ceilandés, y muchos sólo pudieron recibir cuidado de emergencia de los hospitales de guerra levantados en las zonas afectadas.

Mientras, el número de los civiles muertos o heridos durante la guerra aún se sigue discutiendo. A principios de año, la ONU afirmaba que creía que unos 6.500 civiles murieron en el conflicto, pero más tarde, la organización afirmó que no tenía datos confirmados de estas bajas.