Actualizado 16/11/2009 16:46

Una activista de los DDHH lamenta "el abandono" de las mujeres en Afganistán, cuya situación es peor que hace 30 años

Lamenta que la comunidad internacional no deje en manos de ONG locales la ejecución de los proyectos


MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

La responsable de la ONG afgana Voice of Women Organization, Suraya Pakzad, lamentó este lunes "el abandono" de las mujeres afganas por parte de la comunidad internacional al reconocer que "una gran partida" de la ayuda internacional destinada al país centroasiático sirve para financiar la guerra y la lucha contra los talibán y Al Qaeda.

"La violencia contra las mujeres todavía es considerable (...) Se está abusando todos los días de las mujeres. Se enfrentan a la violencia", lamentó Pakzad en un encuentro con periodistas en la Embajada estadounidense en Madrid.

Pakzad criticó que "la guerra y la inseguridad se comen mucho de ese dinero" que la comunidad internacional destina a Afganistán. "La seguridad está empeorando. La violencia contra las mujeres se ha extendido por todo el país", aseguró.

"Las cuestiones de las mujeres no se consideran como algo importante. Piensan que cuando la seguridad mejore, entonces se centrarán en las mujeres", denunció. "La inseguridad crea más restricciones y violencia contra las mujeres", insistió.

Pakzad, que fundó en 1998 la ONG Voice of Women Organization y abrió en 2005 el primer refugio para mujeres en Herat que hoy acoge a unas 40 mujeres, admite que ella y sus hijos están amenazados por "señores de la guerra" que equiparan su trabajo a favor de los derechos de las mujeres con "un crimen" y su centro como "una casa de prostitutas". Sin embargo, defiende su trabajo al aducir que "¿Si no es hace algo ahora... qué será de la próxima generación?. No hace falta mucha financiación. Se requiere voluntad", concluyó.

La activista identificó, entre los principales problemas que afectan a las mujeres en Afganistán, la falta de educación, la pobreza, la falta de acceso a la Justicia y los matrimonios forzados y reclamó la necesidad de impulsar un "cambio de mentalidad en los hombres" y "sensibilizar en los derechos de las mujeres" en todas las instituciones, incluido el sistema judicial, en la Policía, en los centros hospitalarios y educativos...

La activista se quejó de que aunque "la Constitución (afgana) garantiza la igualdad entre hombres y mujeres" existe "una contradicción" porque "la Constitución dice que Afganistán es un país islámico". "En el Islam no hay igualdad entre hombres y mujeres", reconoció.

"Si creamos oportunidades de trabajo y una fuerte concienciación para observar el cumplimiento de la ley seremos capaces de reducir la violencia contra las mujeres", consideró.

Pakzad recordó que entre 1970 y 1985 las mujeres en el país "tenían más libertades que hoy en día: las mujeres tenían derecho a hablar, a reunirse y se vestían como hoy (al estilo occidental)".

Sin embargo, sus derechos se han visto "afectados por tres décadas de guerra y por los 'señores de la guerra'" que aplican sus propias leyes en los territorios que controlan. "Ahora estamos luchando para recuperar la posición que teníamos hace tres décadas", admitió. "En comparación con la época talibán ha habido un gran progreso", apostilló no obstante.

LEY CHIÍ

Preguntada por la polémica ley de Estatus Personal Chií aprobada en Afganistán que impide que las mujeres chiíes rechacen sexualmente a sus maridos, Pakzad reconoció que "la presión" de la comunidad internacional y la sociedad liberal afgana obligaron al presidente, Hamid Karzai, a "revisar" la ley e introducir "algunas enmiendas". "Era muy estricta... Ahora es bastante flexible", aseguró.

En este sentido, precisó que si antes la ley contemplaba que la mujer no pudiera rechazar sexualmente a su marido "en ningún momento" esto se "eliminó" posteriormente y también se flexibilizaron los supuestos en los que una mujer puede salir de casa sin la autorización de su marido, por ejemplo, en el caso de necesitar acudir al médico con un hijo enfermo o para asistir a un funeral.

AYUDA INTERNACIONAL

Por otra parte, Pakzad criticó la eficacia de la ayuda internacional en Afganistán al asegurar que los proyectos impulsados por los Equipos de Reconstrucción Provincial (PRT) "no son muy eficaces" al ser proyectos a corto plazo y reclamó "ser lo suficiente listos para invertir en la capacidad institucional" de los afganos.

"La mayoría de los programas afganos se diseñan fuera del país", lamentó, al tiempo que consideró que "no hay ninguna justificación" para que no sean las ONG locales como la suya las que "ejecuten" los programas sobre el terreno.

"No quieren dar el dinero a la gente: No hay suficiente responsabilidad en la sociedad civil en Afganistán y el Gobierno en Afganistán es corrupto. No hay duda de que lo contratistas también son corruptos", aseguró.

Pakzad admitió que "la gente esperaba que después de uno o dos años serían nacionalizados" y que serían los propios afganos los que "dirigirían" el destino del país. "No hay afganos en las altas esferas de decisión de poder", lamentó. "La comunidad internacional abandonará Afganistán tarde o temprano y sólo quedará la capacidad institucional", concluyó.