MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este jueves las violaciones de los Derechos Humanos cometidas por los talibán y las Fuerzas Armadas en las regiones tribales del noroeste de Pakistán.
Miles de hombres y niños han sido detenidos por las Fuerzas Armadas y, según algunos de ellos, han sufrido torturas durante su arresto, según la organización. Con motivo del informe 'Las Manos de la Crueldad', Amnistía ha puesto de relieve que las leyes paquistaníes y los tribunales no velan por los Derechos Humanos en las áreas tribales y que ese vacío legal provoca que las Fuerzas Armadas utilicen su impunidad para cometer violaciones sistemáticas.
"Las autoridades paquistaníes han dado vía libre a las Fuerzas Armadas para llevar a cabo abusos, torturas y desapariciones forzadas", ha declarado el subdirector de AI para Asia Pacífico, Polly Truscott. "Después de una década de violencia, lucha y conflicto, las comunidades tribales siguen siendo objeto de ataques, secuestros e intimidación, en lugar de ser protegidas", ha añadido.
Según la ONG, los talibán y otros grupos armados representan una amenaza mortal para la sociedad paquistaní. "Los talibán han demostrado una y otra vez el desprecio por las vidas humanas a través de sus ataques indiscriminados y deliberados", ha subrayado Truscott.
Amnistía también ha registrado numerosos casos de muertes en custodia. "Casi semanalmente, los cuerpos de los detenidos por las Fuerzas Armadas eran enviados a sus familias o abandonados en las regiones tribales", ha señalado el subdirector.
Niaz, detenido en abril por las fuerzas de seguridad junto a su hermano Ayub, ha indicado que durante los cinco primeros días fueron golpeados constantemente con cinturones de cuero en la espalda. "El dolor fue demasiado para describirlo", ha dicho. Los soldados "amenazaron con matarme si no confesaba pertenecer a los talibán", ha agregado.
Diez días después de su arresto, Kiaz fue liberado y horas más tarde se enteró de que su hermano había muerto en custodia. Un militar le comentó que Ayub falleciera de un "ataque al corazón", pero, hasta donde Amnistía conoce, las autoridades paquistaníes no han abierto ningún tipo de investigación al respecto.
El informe de la ONG contiene casos de desapariciones forzadas, en las que los presos no son llevados ante un tribunal ni tienen derecho a un abogado o a visitas de sus familiares, quienes desconocen su suerte o paradero.
Ni los tribunales superiores de Pakistán ni el Parlamento tienen jurisdicción sobre las zonas tribales, por lo que aunque los tribunales han tenido conocimiento de los casos, no han actuado en consecuencia. "El Gobierno tiene que reforzar el sistema jurídico profundamente defectuoso que perpetúan el ciclo de violencia en las áreas tribales", ha afirmado Truscott.
