Actualizado 04/02/2009 20:34

Una coalición pro DDHH acusa al Ejército congoleño de no proteger los derechos de los niños en el conflicto

MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

La ONG Human Rights Watch (HRW) y la Coalición de Organizaciones No Gubernamentales sobre los Derechos del Niño (CODE) acusaron hoy al Ejército congoleño de no proteger a los niños de la violencia y los abusos en medio del conflicto que se vive en República Democrática del Congo (RDC).

Las nuevas conclusiones del Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño "ponen de relieve el increíble sufrimiento de los niños en Congo", dijo Juliane Kippenberg, investigadora de la División de Derechos de los Niños en HRW.

"El Comité deja claro que la responsabilidad de los abusos a los derechos del niño en el este de Congo no corresponde sólo a las milicias y los grupos rebeldes, sino también al propio Gobierno", recalcó en un comunicado.

En un informe publicado el pasado 30 de enero, el Comité atribuyó al Gobierno de RDC, a través de sus Fuerzas Armadas, una "responsabilidad directa" por las violaciones de los derechos de los niños congoleños y aseguró que el Ejecutivo no les ha protegido frente a los grupos armados no estatales.

El Comité precisó que en RDC se han violado prácticamente todos los artículos de la Convención de los Derechos del Niño, como la protección frente a la violencia, abusos sexuales, explotación laboral, tráfico de niños, secuestros, reclutamiento de niños soldado y detenciones arbitrarias. También manifestó su preocupación por las altas tasas de mortalidad materna y de niños menores de cinco años, así como por los bajos niveles de escolarización.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN DE LOS MENORES

Por todo ello, este organismo de la ONU pidió a Kinshasa que acelere la puesta en práctica del Código de Protección Infantil y otras medidas de protección de los menores. Asimismo, instó al Gobierno a desmovilizar y reintegrar en la sociedad a los niños soldado, ayudar a los niños refugiados y desplazados y proteger a los menores que viven en la calle de los abusos por parte de policías y militares.

Además, el Comité solicitó al Ejecutivo congoleño que considere las acusaciones de brujería contra niños como un delito penal, que lleve ante la Justicia a quienes cometan abusos sexuales contra menores, que elimine el trabajo infantil explotador y el tráfico y la venta de niños y que garantice una atención pediátrica infantil asequible.

El coordinador de CODE, Théodore Kabanga, hizo un llamamiento a Kinshasa para que "se tome en serio estas recomendaciones y empiece a implementarlas inmediatamente".

PASIVIDAD DE LA MONUC

Por su parte, la ONG médico humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) acusó a los soldados de paz de la ONU de no proteger a los civiles por no reaccionar ante los ataques perpetrados por el Ejército de Resistencia del Señor (LRA, grupo rebelde ugandés), que ha matado a cientos de personas.

"Horrorizados por la extrema violencia del LRA, los equipos de MSF no entienden la pasividad de los 'cascos azules' a la hora de proteger al pueblo", dijo la ONG en un comunicado recogido por la agencia Reuters.

El contingente de la Misión de Naciones Unidas en RDC (MONUC) "nunca ha intervenido para proteger a la gente de las localidades atacadas, incluso cuando los ataques se multiplicaron", añadió. Unos 900 civiles han sido masacrados en el noreste de RDC desde que el LRA reanudó sus ataques en respuesta a una ofensiva del Ejército en diciembre.

Pero la MONUC se justificó diciendo que no dispone de las herramientas necesarias para proteger a los civiles. El jefe de la misión, Alan Doss, explicó que la fuerza de sus tropas en las zonas donde ha estado actuando el LRA sólo alcanza para proteger una base aérea. "He dicho públicamente que no podemos defender a la población con 200 personas (efectivos) en un área tan inmensa", destacó.

La MONUC es la misión militar de la ONU que cuenta con más efectivos (unos 17.000), pero en el distrito nororiental de Haut Uele sólo se han desplegado unos pocos. Los 'cascos azules' se enfrentan además a los rebeldes que actúan en la región de Kivu Norte (este). Naciones Unidas ha pedido en numerosas ocasiones que se desplieguen más soldados y el Consejo de Seguridad ha autorizado el envío de 3.000 efectivos adicionales, pero aún no ha llegado ninguno.