MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cruz Roja ha puesto en marcha el proyecto Crono, financiado por Nokia, con el objetivo de llegar a 360 chicos y chicas inmigrantes de entre 12 y 18 años en riesgo de exclusión social en Madrid, Guipúzcoa y Lanzarote con una atención personalizada y para ayudarles a los problemas concretos que sufren.
Según informó a Europa Press Paloma Hermoso, coordinadora del proyecto, "en los tres programas del proyecto se ha atendido ya a 128 chicos". "No es una prestación de servicios", señaló, "sino un acompañamiento personal en todas las áreas de la vida en que el joven lo necesite". El voluntario que se ocupa de cada chico trabaja en coordinación con el equipo técnico de Cruz Roja y con otras personas, como los responsables de los centros de acogida donde muchas veces están recogidos, o con sus profesores, en caso de que esté escolarizado.
"Es necesario conocer las necesidades de cada uno y actuar sobre ellas", explicó Hermoso. "Puede ser necesario acompañarle durante su proceso de regularización, en la elaboración de un curriculum, o para elegir un curso de formación que desea llevar a cabo", señaló Hermoso. El proyecto se está llevando a cabo en Madrid, Guipúzcoa y la isla de Lanzarote.
Actualmente colaboran en el proyecto 53 voluntarios y 117 voluntarias. Los chicos "necesitan sobre todo alguien en quien confiar, que no desparezca cuanto tenga un problema", señaló Hermoso, que indicó que los chicos y chicas necesitan "apoyo emocional", también cuando deben "contactar con la familia". "Son chavales como cualquier otro, pero que no tienen a nadie que les ayude", explicó.
"Nuestro programa no contempla residencias", señaló. A lo largo de la atención que reciben los chicos en residencias o centros de acogida "faltaba completar esas horas de tiempo libre". En otros casos, los jóvenes "están en la calle", y los voluntarios de Cruz Roja acuden adonde se encuentran para ofrecerles actividades o programas.
La duración del proyecto está prevista para tres años. Los voluntarios que se someten a él pasan primero por una etapa de formación específica, y se les pide una dedicación mínima, "que no es de muchas horas", explicó Paloma Hermoso, "pero que es eficaz porque es personalizada".
Nokia financia el proyecto con 600.000 euros para estos tres primeros años. "Nokia se ha involucrado mucho, y se interesa por los resultados que conseguimos con los chavales; además, muchos de los voluntarios son personal de Nokia", explicó la coordinadora del proyecto.
