Actualizado 15/11/2007 15:30

Ecologistas denuncian que la catástrofe del Prestige ha provocado un crecimiento urbanístico "nefasto" en la costa

MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

Ecologistas en Acción, la Federación Ecologista Galega y Verdegaia denunciaron hoy que la catástrofe del Prestige de 2002 "no sólo trajo una marea negra, sino también una marea gris, una marea de hormigón de consecuencias igualmente nefastas para la costa", en el marco de la presentación del documento 'La catástrofe del Prestige, cinco años después'.

Para estas asociaciones, según informaron en un comunicado, las consecuencias políticas del hundimiento del petrolero generaron que un tercio de los municipios del litoral gallego triplicaran sus viviendas, sobre todo segundas residencias, en los últimos tres años.

El documento también recoge que Cantabria fue la segunda comunidad autónoma más afectada y, en este sentido, Ecologistas en Acción de Cantabria, explicó que el fuel "sigue enterrado en arenales y en los fondos marinos" y "continúa actuando como un contaminante con efectos crónicos sobre los organismos del medio marino".

Sobre las implicaciones para la salud por la exposición al fuel durante los trabajos de limpieza, estas asociaciones afirmaron que, según revelan algunos estudios, "no han sido irrelevantes, ni debidamente consideradas".

"INEFICIENCIA LEGAL"

A nivel legislativo, las organizaciones reconocieron que, "aunque se hayan producido avances" --como las medidas contra los petroleros monocasco o el aumento del presupuesto para el Plan Nacional de Salvamento Marítimo--, el transporte de crudo en aguas internacionales "sigue siendo uno de los negocios más difíciles de controlar y regular".

En este sentido, explicaron que existen "fuertes intereses económicos" de la industria petrolera, así como una "enorme complejidad jurídica" a la hora de buscar responsabilidades en caso de catástrofe.

Asimismo, afirmaron que en la Ley de Responsabilidad Ambiental quedan excluidos los hidrocarburos y los accidentes en el mar. "Si mañana ocurriese un nuevo Prestige, volveríamos a encontrarnos con una ineficiencia legislativa que haría muy difícil que quien sea responsable del daño lo repare, como está ocurriendo tras el desastre del Prestige", explicaron.