Fiscalía australiana pide a Japón que libere a los 3 activistas detenidos

CANBERRA, 9 Ene. (Reuters/EP) -

La fiscal general de Australia, Nicola Roxon, ha instado este lunes a Japón a liberar a los tres australianos que fueron detenidos el domingo cuando intentaban asaltar un ballenero japonés para protestar por la caza de ballenas en el océano Antártico.

En una comparecencia televisada, Roxon ha explicado que los tres activistas fueron detenidos más allá de las aguas territoriales australianas, en la llamada Zona Económica Exclusiva (EZZ, por sus siglas en inglés), donde el país solamente tiene soberanía sobre sus recursos naturales, por lo que están bajo la jurisdicción de las autoridades japonesas.

No obstante, la fiscal general australiana ha confiado en llegar a un acuerdo con Japón para que los tres activistas sean liberados y repatriados "inmediatamente".

Además, ha señalado que la patrulla que protege al ballenero de los ataques de activistas "no es bienvenida" a la EZZ de Australia, ya que podría contribuir a aumentar la tensión entre los balleneros y los grupos ecologistas.

"Esta embarcación no está directamente implicada en la caza de ballenas, pero claramente proporciona apoyo y eso puede darnos algunas opciones si intenta entrar en nuestras aguas territoriales", ha advertido Roxon.

Por su parte, los tres activistas --Simon Peterffy, de 44 años, Geoffrey Tuxworth, de 47, y Glen Pendlebury, de 27-- han enviado un mensaje al ballenero: "devolvednos a las costas australianas y desapareced de nuestras aguas".

Los tres activistas pertenecen al grupo australiano Forest Rescue (Rescate del Bosque), conocido por llevar a cabo acciones directas contra la tala de árboles, aunque asaltaron el ballenero con la ayuda del grupo Sea Shepherd Conservation Society (Sociedad Conservacionista Pastor Marino).

En 2008, el australiano Benjamin Potts, miembro de Sea Shepherd Conservation Society detenido por abordar un ballenero japonés, fue entregado a las autoridades australianas.

El Partido Verde, con un gran peso en la política australiana, ha solicitado redactar una ley que permita a buques patrulleros controlar la actividad de los balleneros en la EZZ, algo que el Gobierno se ha negado a hacer para evitar un problema diplomático con Japón.

La flota ballenera japonesa del Antártico tiene previsto cazar esta temporada unas 900 ballenas con fines científicos, según el Gobierno, ya que la caza de ballenas finalizó formalmente en 1986, gracias a la moratoria global. Sin embargo, gran parte de la carne de ballena acaba en los supermercados.