Actualizado 12/06/2014 17:48

Fundación Antama rechaza la propuesta de la UE sobre transgénicos y cree que cada agricultor debería decidir qué sembrar


MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Antama ha rechazado el acuerdo alcanzado este jueves por los Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea (UE) sobre la llamada "propuesta de nacionalización" del cultivo de organismos modificados genéticamente (OMGs), y ha señalado que "debería corresponder a cada agricultor decidir lo que quiere sembrar en sus campos".

La directora de la fundación, Soledad de Juan Arechederra, ha señalado que esta propuesta europea "demuestra la falta de voluntad de las instituciones europeas y de los Estados miembro para aplicar correctamente el marco regulatorio de autorizaciones de OMGs aprobado anteriormente".

A su juicio, "nacionalizar una política común europea basándose en razones no objetivas es un precedente negativo y contrario al espíritu del mercado único". "Con esta nueva normativa se va a permitir a los Estados miembro rechazar formalmente una tecnología por razones no científicas, algo que establece un precedente peligroso y envía una señal negativa para la industria y el sector agrario europeo", ha precisado.

El actual marco jurídico de la UE para el cultivo de productos modificados genéticamente, adoptado inicialmente en 2001 (Directiva 2001/18/CE), "nunca ha sido aplicado correctamente", según Antama, que ha explicado que "es habitual que la votación para la aprobación de OMGs destinados para el cultivo no se llegue a realizar nunca vulnerando la legislación vigente". En este sentido, ha señalado que "la Unión Europea acumula actualmente retrasos de 44 años en aprobación de OMGs".

Por ello, la Fundación Antama ha pedido que todos los productos que cumplan con los requisitos de evaluación de riesgos con base científica, según lo establecido en la legislación europea, "sean autorizados sin retrasos injustificados". "Después de más de 18 años de cultivo de OMGs a gran escala a nivel mundial, la evidencia existente demuestra que los cultivos transgénicos son al menos tan seguros como sus contrapartes convencionales", ha apuntado De Juan.

Finalmente, ha advertido de que "no apoyar el avance científico es perjudicial para el crecimiento, la innovación, la inversión y la confianza del consumidor europeo".