JARTUM, 12 Dic. (Reuters/EP) -
La organización Human Rights Watch (HRW) ha acusado este miércoles a las fuerzas gubernamentales sudanesas de los bombardeos "indiscriminados" en zonas fronterizas controladas por los rebeldes, en los que han muerto y resultado heridos decenas de civiles, así como los saqueos de propiedades civiles y los secuestros y violaciones de mujeres y niñas.
"Las fuerzas gubernamentales han asaltado, quemado y saqueado propiedades civiles, arrestado arbitrariamente a personas y secuestrado y violado a mujeres y niñas", según el informe de HRW basado en cinco viajes a las zonas controladas por los insurgentes en Sudán y a los campamentos de refugiados en Sudán del Sur.
La organización ha asegurado que Sudán ha lanzado bombas no guiadas desde aviones de carga Antonov y aviones de altos vuelo y ha encontrado pruebas que indican que se han utilizado "bombas de barril" --bombas provistas de clavos y metales dentados-- en el Estado de Nilo Azul, en el sureste de Sudán.
Las fuerzas que operan en el terreno y las milicias, incluido el grupo paramilitar Fuerzas Populares de Defensa, han atacado aldeas sin distinguir entre civiles y combatientes, de acuerdo con la ONG.
Rabie Abdelati, un destacado miembro del gobernante Partido del Congreso Nacional, ha calificado el informe de HRW de "completamente incorrecto" y ha declarado que han sido los insurgentes y no el Ejército los culpables de los ataques.
"El SPLM-N --el Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte-- no está atacando a los militares sino a los civiles", ha declarado Abdelati. "Ese es el motivo por el que creo que este informe es completamente incorrecto", ha agregado.
El político ha recalcado las numerosas ocasiones en las que el SPLM-N, un grupo insurgente que lucha contra el Gobierno sudanés, ha bombardeado Kadugli, la capital del estado sudanés de Kordofán del Sur.
La organización ha puntualizado que ha escuchado varios informes sobre violaciones cometidas por rebeldes y bombardeos indiscriminados pero que no había podido acceder a las áreas controlados por el Gobierno para confirmarlos.
Human Rights Watch ha subrayado que los civiles que se encuentran en campamentos de refugiados son amenazados por los soldados de "varios ejércitos" y las mujeres y niñas corren el riesgo de sufrir abusos sexuales.
El levantamiento del SPLM-N en Kordofán del Sur ha generado fuertes tensiones entre Sudán y Sudán del Sur, que se independizó en julio de 2011 en aplicación de los acuerdos de paz de 2005, que pusieron fin a décadas de guerra civil.
Naciones Unidas y otras agencias de ayuda humanitaria han estimado que miles de personas han abandonado sus hogares desde que estalló el conflicto, de los cuales más de 200.000 se han refugiado en Etiopía y Sudán del Sur.