Actualizado 27/03/2009 17:47

HRW pide a Obama una política para Afganistán que enfatice la promoción de los DDHH y el Estado de Derecho


NUEVA YORK, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ONG Human Rights Watch (HRW) ha escrito una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que defiende una política estadounidense para Afganistán que tenga como prioridades la promoción de los Derechos Humanos, del Estado de Derecho y la protección de la población civil.

"La Administración Obama se merece credibilidad por haber demostrado su compromiso con Afganistán en sus declaraciones públicas, con la asignación de un enviado especial y con las revisiones de su política", dijo el director de Asia de HRW, Brad Adams, según un comunicado de la organización. "Esperamos que esto pueda producir una reconsideración fundamental de las estrategias militares, políticas y humanitarias de Estados Unidos en Afganistán", agregó.

HRW enumeró en su carta una serie de necesidades para mejorar la situación de los Derechos Humanos en Afganistán, como mejorar las condiciones de seguridad de los civiles en el día a día; combatir a los señores de la guerra; garantizar que se haga justicia por crímenes cometidos en el pasado; reforzar los derechos de las mujeres; proteger la libertad de prensa; excluir de las próximas elecciones a quienes hayan cometido abusos contra los Derechos Humanos, y reformar el sistema judicial.

La ONG subrayó la necesidad de que Estados Unidos cambie su política militar con el fin de reducir las víctimas civiles y pidió que se reconsidere la práctica de hacer redadas nocturnas en las casas. Además, dijo que las condiciones de arresto de los prisioneros en la cárcel de Bagram deben adaptarse al Derecho Internacional para proteger los derechos de los detenidos.

Asimismo, HRW instó a Estados Unidos a promover una reforma de la Agencia de Seguridad de Afganistán, la Dirección Nacional de Seguridad, y a reconsiderar su apoyo a las milicias tribales, un apoyo que preocupa a la organización porque ya se han documentado fracasos de intentos previos de conseguir el respaldo de las tribus afganas. Según HRW, este tipo de esfuerzos exacerba las disputas tribales y aumenta el mercado negro de armas.

La carta incluye críticas al ex presidente de Estados Unidos George W. Bush por priorizar la lucha contra Al Qaeda y los talibán sobre metas como los Derechos Humanos, el Estado de Derecho y la buena gobernanza. Así, acusa a Estados Unidos de haber dotado de autoridad a los señores de la guerra y de haberles suministrado fondos y armamento, para contar con su apoyo militar. A este respecto, añade que Estados Unidos sigue manteniendo algunas de estas relaciones y de que no ha demostrado disposición de aislar a los señores de la guerra cuando ha tenido la oportunidad.

"El crecimiento de la insurgencia en Afganistán no puede ser entendido fuera del prisma del caos, de los abusos contra los Derechos Humanos y la corrupción, bajo lo cual viven muchos afganos", constató Adams. "Estados Unidos ha sido cómplice del resurgimiento de los señores de la guerra en Afganistán. Es el momento de que Estados Unidos dé ejemplo y rompa sus relaciones con los antiguos y actuales criminales, y que presione al Gobierno afgano para que haga lo mismo".

DERECHOS DE LAS MUJERES

HRW criticó que mientras la situación de la mujer bajo el régimen talibán fue uno de los principales argumentos utilizados para derrocar al gobierno talibán en 2001, no se han producido avances desde entonces en garantizar a las mujeres derechos básicos.

"Aunque ha habido algunas mejoras, las mujeres y las jóvenes afganas siguen haciendo frente enormes brechas en salud y educación y se enfrentan a una violencia y una discriminación rutinarias", lamentó Adams. "Estados Unidos debería vigorizar sus discusiones con el Gobierno afgano y la sociedad civil y convertir la promoción de los derechos de la mujer en un factor clave de su nueva política", añadió.

"No subestimamos los desafíos a los que se enfrenta Afganistán, pero políticas mejores pueden marcar una diferencia significativa en las vidas de los afganos", sostuvo Adams. "Es esencial que Estados Unidos, como la potencia extranjera más importante en Afganistán, tenga una nueva política correcta", afirmó.