MADRID 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director de la organización no gubernamental Wajir South Development Association (WASDA), Aydrus Sheik Daar, ha manifestado su interés en que España y el resto de la comunidad internacional puedan influir en las naciones del llamado Cuerno de África, para que permitan el acceso de la ayuda humanitaria a Somalia, donde en julio de 2011 Naciones Unidas declaró el estado de hambruna debido a la intensa sequía.
Sheik Daar ha explicado en Madrid, en un encuentro con los medios sostenido este martes, que el mayor problema al que se enfrentan las organizaciones civiles de apoyo a la población es la imposibilidad de llegar a las zonas donde están los necesitados.
En la región hay presencia de grupos armados, en especial el grupo radical islámico Al Shabaab, en constante enfrentamiento con el Gobierno Federal de Transición, apoyado por tropas de la Unión Africana.
"Pedimos a España y otros países que traten de presionar a los gobiernos vecinos del Cuerno de África y a los grupos armados, para que permitan el acceso humanitario ilimitado a las organizaciones internacionales, y poder llegar a las personas que lo necesitan", ha expresado. Ha recordado que España es el segundo país que más ayuda humanitaria envió a Somalia en 2010 y dirige el grupo de contacto para el Estado africano.
Sheik Daar también ha resaltado la preocupación de la organización que dirige por la creciente hostilidad y presencia militar en Somalia, pues obliga a la población a desplazarse dentro y fuera de su territorio, la hace más vulnerable porque destruye sus medios de vida y acentúa los problemas de la sequía, como la malnutrición.
Ha abogado porque se respeten los principios del Derecho Humanitario en medio del conflicto y ha instado a la comunidad internacional a interceder ante los grupos involucrados para que esto se cumpla.
El director de WASDA, quien llegó a Madrid tras sostener reuniones con organizaciones civiles en Londres en el marco de la Conferencia Internacional sobre Somalia que se desarrolló el 23 de febrero, ha señalado que las soluciones aportadas hasta ahora para este país no están funcionando. "Cualquier fórmula para solucionar la situación de conflicto en Somalia debe partir de la construcción de paz desde abajo e incorporar la voz de los somalíes, generar un proceso en el que los somalíes construyen la paz y no una paz que viene desde afuera", ha dicho.
Las 55 delegaciones que participaron en dicha cumbre acordaron alentar el proceso político, reforzar los trabajos de la misión militar, colaborar en la creación de fuerzas de seguridad, fomentar la estabilidad a nivel local y tomar nuevas medidas contra piratas y terroristas.
Sheik Daar ha comentado que desde 2009, con la intensa sequía, se estima que han muerto entre 50.000 y 100.000 personas, la mitad de ellas niños menores de cinco años. Se ha vivido una hambruna que nunca pensaron que se repetiría en pleno siglo XXI.
Somalia, un país de entre ocho y diez millones de habitantes, tiene más de un millón de refugiados en naciones como Kenia, Etiopía y Yibuti; y 1,3 millones de desplazados internos. Unos 2,5 millones sufren necesidades humanitarias y cerca de 320.000 padecen malnutrición severa.
LA CUESTIÓN ES SOBREVIVIR
Consultado sobre cómo es la cotidianidad en un país donde el hambre y los conflictos armados son el día a día, Sheik Daar ha dicho: "La cuestión es sobrevivir. Para la mayoría de la gente de Somalia, la supervivencia es la lucha de cada día. Debe pensar qué comer, qué dar a sus hijos o dónde dormir, porque la mayoría ha perdido sus propiedades o quienes tienen tierra no pueden cosechar por la sequía".
"No tienen ningún gobierno del que esperar ayuda. No tienen tierras ni propiedades para pensar en el futuro. No tienen colegios. Ni siquiera tienen planes para el día siguiente, porque han perdido la esperanza", ha relatado el integrante de WASDA.
Los somalíes, ha explicado, se levantan por la mañana para hacer cola y recibir la comida que pueda llegar enviada por la comunidad internacional.
En muchos casos no pueden acceder a la ayuda humanitaria, mientras que las tiendas han desaparecido pues nadie tiene cómo pagar. Las líneas de crédito están cerradas y la ayuda familiar ya no existe porque todas las personas padecen la misma situación de indefensión.
Sheik Daar ha dicho que la comunidad internacional puede hacer dos cosas: mantener el foco en Somalia y lograr que el apoyo vaya más allá de la asistencia humanitaria, con la inversión en programas que permitan a los afectados reconstruir sus vidas y fortalecer su capacidad de resistencia a las catástrofes.
El director de WASDA, tras su paso por Londres, se reunió con la oficina humanitaria y el servicio de acción exterior de Bruselas, mientras que en Madrid ha participado en la campaña de Intermón Oxfam, una plataforma de diferentes organizaciones sociales, sobre las reformas necesarias del sistema agroalimentario global y ha abordado la cooperación hacia las naciones del Cuerno de África.
WASDA, que es una de las organizaciones socias de Oxfam, tiene presencia en Somalia desde hace 11 años. Desarrolla trabajos de saneamiento y agua, así como transferencia de efectivo.