Actualizado 21/07/2009 20:00

ACNUR alerta de que la inseguridad en Mogadiscio (Somalia) impide a los trabajadores humanitarios llegar a las víctimas


MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

Mientras aumenta el número de civiles somalíes que han tenido que abandonar sus hogares en la capital del país, Mogadiscio, por la intensificación del conflicto armado, la inseguridad creciente está dificultando la labor de los trabajadores humanitarios para lograr acceso y dar ayuda a las últimas víctimas de la guerra civil somalí, según informó hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

"Estimamos que ya han abandonado Mogadiscio 223.000 personas desde el 7 de mayo, cuando Al Shabab y Hizbul Islam lanzaron ataques conjuntos contra las fuerzas del Gobierno en diferentes distritos de la capital somalí", aseguró el portavoz de ACNUR, Ron Redmond. "Cerca de 20.000 han huido sólo durante las dos últimas semanas", añadió.

Redmond también manifestó su preocupación por el sufrimiento del gran número de desplazados internos que se han refugiado en el corredor de Afgooye, al suroeste de la capital, y que alberga a más de 400.000 desplazados de conflictos anteriores.

"Nuestros socios locales en Somalia nos han informado de que las organizaciones humanitarias locales están al límite y luchan por satisfacer las necesidades básicas de las nuevas llegadas", indicó Redmond. "Hay falta de refugios adecuados, instalaciones sanitarias y de agua potable, y la situación ha empeorado después de las últimas lluvias torrenciales, puesto que la falta de letrinas suficientes supone un riesgo sanitario", aseguró.

El enfrentamiento continuado y el empeoramiento de la situación de seguridad también está dificultando la entrega a tiempo de asistencia humanitaria desde el puerto de Mogadiscio a Afgooye y otras zonas del país, exacerbado una de las peores crisis humanitarias del mundo.

"Además, debido a los últimos incidentes en Baidoa y Wajid, donde los milicianos ocuparon y saquearon ayer dos complejos de la ONU, nuestra asistencia en la región adyacente prácticamente se ha detenido", informó Redmond. "Pedimos a las partes en guerra que respeten el Derecho Humanitario y los principios de los Derechos Humanos y garanticen la seguridad de la población civil así como a los trabajadores humanitarios", continuó.

Mientras, en el noreste de Kenia, indica ACNUR, aún hay un gran influjo de somalíes en el complejo de Dadaab. "Desde enero, hemos recibido a 39.000 refugiados a pesar de que la frontera entre Kenia y Somalia permanece oficialmente cerrada", aseguró. Los tres campamentos del complejo de Dadaab, ideados para acoger a 90.000 personas, albergan en la actualidad a más de 286.000.