Actualizado 03/07/2014 18:56

El año 2013 registra un mínimo en promedio de fallos de seguridad en centrales nucleares aunque han aumentado desde 2004


MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las centrales nucleares españolas registraron durante 2013 un mínimo en el promedio de fallos de sistemas de seguridad (SSF, en sus siglas en inglés) pero dicho promedio ha aumentado a largo plazo (durante los últimos 10 años), según revela el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en su informe anual sobre la situación y evolución de las instalaciones nucleares.

El documento presentado en el Congreso y el Senado indica que el promedio de fallos de sistemas de seguridad manifiesta una tendencia 'ligeramente creciente' al largo plazo, aunque ha disminuido drásticamente durante los últimos tres años hasta alcanzar su mínimo de la última década (0,5 durante 2013), por lo que se espera una evolución favorable a largo plazo.

En cambio, el informe considera que la tendencia también al alza a largo plazo del promedio de sucesos significativos es todavía más acusada y, por tanto, no cabe esperar mejoras a medio plazo. El regulador atómico explica que la causa está en varios incumplimientos de la nueva normativa antiincendios introducida durante los últimos años.

El resto de indicadores que componen el registro del Sistema Integrado de Supervisión de las Centrales (SISC) muestran tendencias decrecientes a largo plazo, según el CSN. En primer lugar, el promedio de paradas automáticas con el reactor en estado crítico (es decir, paradas cuando, en la reacción de fisión nuclear que tiene lugar dentro del reactor, son más los neutrones que se crean que los que se destruyen) mantiene una tendencia 'fuertemente decreciente' a largo plazo.

Es el caso también de el promedio de paradas forzosas, aquellas que tienen que iniciarse antes de 72 horas desde el descubrimiento de la incidencia. Aunque para 2013 se han superado los valores de 2011 y 2012, el valor de este indicador sigue siendo muy inferior al de los años precedentes, por lo que, a juicio del CSN, no requiere un mayor seguimiento.

Por su parte, el promedio de exposición colectiva a la radiación, que mide la dosis de radiación oficial acumulada por el personal de una central, sigue una tendencia 'ligeramente decreciente' a largo plazo. No obstante, el informe precisa que "su comportamiento a medio plazo es decreciente pero errático, marcado por los años que hay recarga en la central nuclear de Cofrentes. Por ello, no se puede hacer ninguna predicción de su comportamiento en el futuro".

Entre las incidencias más notables, el CSN cita las dos pérdidas de control de fuentes radiactivas de baja intensidad en Orense y Huelva, las cuatro paradas no programadas en el reactor crítico de la central de Alcaraz durante las últimas 7.000 horas o el descubrimiento de componentes de aplicaciones de seguridad que habían sido instalados sin que se garantizaran las exigencias de seguridad. Con todo, el informe subraya el "funcionamiento correcto, dentro de la normalidad y sin riesgo para las personas y el medio ambiente" de las instalaciones nucleares en el territorio español.

El informe, que también se entrega a los Parlamentos de aquellas autonomías donde existen instalaciones nucleares, destaca los nombramientos de María Luisa Rodríguez López como secretaria general del CSN, Antonio Munuera Bassols como director técnico de Seguridad Nuclear y María Fernanda Sánchez Ojanguren como directora técnica de Protección Radiológica.

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