Actualizado 30/03/2009 14:57

Incendios.- Australia rebaja a 173 el balance de muertos por los incendios forestales

SIDNEY (AUSTRALIA), 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Policía del estado australiano de Victoria ha reducido de 210 a 173 el balance de víctimas mortales por los grandes incendios forestales que se declararon a principios de febrero y que arrasaron más de 330.000 hectáreas.

Algunas de las personas que estaban desaparecidas han sido contabilizadas después, mientras que se ha comprobado que restos encontrados entre las cenizas son de animales y no de seres humanos, informan los medios locales.

"Hemos podido contabilizar un número de gente que inicialmente había sido dada por desaparecida como resultado de los incendios, y esto ha tenido repercusión en el balance final", explicó hoy el subcomisario de Policía, Kieran Walshe, en declaraciones a los medios de comunicación.

"Continuamente hemos dicho que sería una tarea larga y complicada y que llevaría un tiempo considerable antes de que pudiéramos determinar con precisión el número de gente que perdió la vida a consecuencia de este trágico suceso", añadió.

Walshe subrayó que el balance de 210 fallecidos siempre fue provisional debido a las complicadas labores de rescate y recuperación de cuerpos después de un incendio tan extenso. "Cuando llevamos a cabo las búsquedas nuestros equipos recuperaron lo que creímos que eran 210 restos", indicó.

En las últimas semanas las autoridades han trabajado "estrechamente" con Cruz Roja para fijar una cifra de muertos lo más aproximada posible. Así, en algunos casos se ha descubierto que los restos que se atribuían a dos o más víctimas en realidad pertenecían a una sola. "También hemos tenido que eliminar restos de animales como parte del proceso de identificación, y esto también ha repercutido en el balance", señaló Walshe.

Así, explicó que la Policía cree que la cifra publicada hoy, 172, "está más cerca del número final de gente que murió durante los incendios". La localidad de Kinglake, con 38 muertos, fue la más afectada en este sentido, seguida de Marysville, con 34, y Strathewen, con 27.

Las llamas declaradas a principios de febrero en los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur estuvieron ardiendo durante más de un mes debido a los fuertes vientos, la continuada sequía y las altas temperaturas, ya que los incendios ocurrieron en pleno verano en Australia. La Policía sigue investigando las causas de muchos de los focos y un hombre permanece detenido acusado de provocar las llamas.