Actualizado 17/06/2009 16:46

De la Vega advierte de que el futuro será "altamente alarmante" si no se acometen "cambios profundos" en el orden global

Save The Children presenta el testimonio de lucha y supervivencia de cuatro 'niños de la guerra'


MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta Primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió hoy de que el futuro "será altamente alarmante" si no se toma "el timón con fuerza para introducir cambios profundos" en la forma en que el mundo se organiza "a nivel global", porque en la actualidad, "hay grandes problemas globales que requieren soluciones inmediatas".

De la Vega, que clausuró un acto de Save The Children sobre los 'niños de la guerra', se refirió entre estos problemas al cambio climático, al encarecimiento de los alimentos básicos y la crisis financiera y afirmó que si bien no se puede cambiar el pasado, existe la "obligación" de "prevenir el futuro" porque de no hacer nada, "quienes más sed pasarán, serán los niños".

Tras escuchar los testimonios de cuatro personas que fueron víctimas en su infancia de los conflictos armados en España, Alemania, los Balcanes y Sierra Leona, respectivamente, la vicepresidenta señaló que frente a un horror como el que padecieron y como el que padecen todos los niños de países en conflicto sólo hay dos opciones "mirar hacia otro lado, o mirarles a los ojos".

"El Gobierno al que represento lo tiene muy claro", señaló De la Vega, para incidir en que ante "un modelo que se ha desmoronado" y "frente a la codicia, la desigualdad y el exceso que han generado la actual crisis económica", se deben "globalizar la sostenibilidad, la equidad y la responsabilidad".

"Ya sabemos de antemano que la búsqueda desenfrenada de beneficio meramente individual produce pobreza miseria y hambre a toda la sociedad. Nuestra obligación es cambiar la mirada e incorporar una nueva óptica más responsable al futuro de todos", apuntó.

CUATRO INFANCIAS TRUNCADAS

El acto, conducido por el periodista Iñaki Gabilondo y titulado 'Yo fui un niño de la guerra', contó con la participación del presidente de la ONG, José María Contreras y el fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez, que introdujeron la realidad de los 39 millones de niños en el mundo que no van a la escuela por culpa de la guerra. Esta cifra supone más de la mitad de niños sin escolarizar que hay en todo el mundo.

En este sentido, Contreras puso el acento en lo ocurrido en la última década: dos millones de niños han sido asesinados, más de 6 millones han resultado heridos y 20 millones han sido obligados a abandonar su casa desplazados por los conflictos, como los cuatro 'niños de la guerra' que ofrecieron su testimonio durante el acto.

Uno de ellos es Herminio Martínez, que a sus 80 años de edad relató al detalle cómo fue embarcado en 'El Habana', que partió de Santurce (Vizcaya) un 21 de mayo con 4.000 niños a bordo, víctimas de la Guerra Civil Española, camino de 'South Hampton' (Inglaterra). "El Gobierno británico no nos quería", señaló este español que salió para pasar tres meses en Inglaterra y durante años no pudo regresar a España.

"No somos ingleses, pero tampoco españoles. Siento un vacíos emocional, como estar en un limbo", añadió Martínez. En este sentido se expresó también Sally Perel, judío alemán que inspiró la película 'Europa Europa', en la que se recoge su periplo por el continente huyendo de la persecución de los nazis. "Mi madre me dijo que tenía que vivir y lo tomé como una orden", apuntó, Perel, quien obedeciendo ese mandato negó su condición religiosa cuando estuvo apunto de ser fusilado y acabó siendo parte de las Juventudes Hitlerianas.

Del asedio en Sarajevo habló Zlata Filipovic, conocida como 'La Ana Frank de los Balcanes' porque empleó los dos años que tuvo que permanecer encerrada en casa para protegerse de los bombardeos y los disparos en escribir un diario contando cuanto ocurría a su alrededor.

Por último, prestó su testimonio Edwin Tholley, de Sierra Leona, que fue secuestrado por en Frente Unido Revolucionario cuando tenía 8 años de edad y que a los 12 ya se había convertido en el sargento de un pelotón de otros 15 niños soldado. Planeó con ellos la huída y aunque muchos murieron, él y otros compañeros consiguieron salir adelante. Vive en España y estudia con una beca de la Junta de Andalucía.