Las comunicaciones chinas comienzan a reaccionar lentamente al temporal de nieve

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 31 enero 2008 14:25

Soldados y psicólogos asisten a los damnificados, mientras en una ciudad de casi cinco millones llevan 6 días sin luz ni agua

BEIJING, 31 Ene. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Débora Altit) -

Las conexiones en las principales ciudades chinas comenzaron a operar hoy en un clima de semi-normalidad tras el colapso absoluto sufrido durante los últimos días como consecuencia del temporal de nieve, si bien en algunas regiones la incomunicación prolongada y la falta de suministros comienza a generar situaciones desesperadas. El número oficial de fallecidos supera ya los 70, y el de evacuados asciende a 1,6 millones.

Según informaron las autoridades hoy, la línea férrea que comunica Beijing con Guangzhou está funcionando con normalidad, y se está planeando ampliar el servicio de trenes para garantizar que todos puedan regresar a sus casas a celebrar el Año Nuevo lunar, la festividad más importante para los chinos que la pasan en familia, la próxima semana.

Desde el Gobierno se ha anunciado, a través de un comunicado, que la reapertura de la línea permitirá que puedan regresar a sus hogares unos 400.000 pasajeros diarios.

Según señala el diario 'South China Morning Post', la estación de Guangzhou vendió un total de 3,58 millones de billetes antes de decidirse a cerrar las taquillas. De ellos, unos 700.000 pasajeros pudieron viajar en tren y otros 380.000 devolvieron sus billetes, lo que significa que todavía quedan 2,5 millones de personas esperando para partir.

No obstante, muchos de los trenes no podían abandonar la estación porque, al haberse paralizado las comunicaciones y por tanto el abastecimiento energético, los trenes no podían arrancar.

Guangzhou, capital de la próspera provincia de Guangdong, en cuyas fábricas se calcula que trabajan unos 30 millones de personas procedentes de regiones más pobres, se ha convertido en el paradigma de la desesperación que están viviendo millones de personas en todo el país.

En su estación de tren se concentraban ayer unas 800.000 personas, que se negaban a abandonar sus esperanzas de volver a casa y a subirse en los autobuses fletados por las autoridades para que volvieran a sus fábricas. El primer ministro chino, Wen Jiabao, premió ayer a los sufridos viajeros con una efectista visita sorpresa, en la que se disculpaba por los trastornos causados y prometía una pronta solución.

Puede que la situación de descontrol por las nevadas se les haya ido de las manos a las autoridades chinas, pero la maquinaria propagandística sigue funcionando a toda mecha. "Tras 30 años de reforma y apertura, hemos acumulado unos sólidos cimientos materiales y, mientras estamos poderosamente organizados, seremos totalmente capaces de afrontar las actuales privaciones", declaró Wen en Guangzhou, de acuerdo con la agencia oficial Xinhua.

Las imágenes de Wen en Guangzhou primero y anteriormente en Changsha, capital de Hunan (centro), han sido repetidas incansablemente estos días en las televisiones y periódicos nacionales.

Hoy le tocaba el turno al presidente, Hu Jintao, que aparecía en la televisión visitando minas de carbón y buques cargueros y animando a los trabajadores a empeñarse duro para garantizar que no continúe la situación de punto muerto. La escasez energética ha obligado ya al principal productor de cobre del país, Jiangxi Copper, a anunciar que reducirá a casi la mitad su producción en los dos o tres próximos días. Antes ya habían hecho lo propio las principales plantas de zinc, acero inoxidable y aluminio.

SOLDADOS Y PSICÓLOGOS

Las actividades de apoyo han sido variadas. Además de a Wen y a Hu, los medios han seguido fielmente los movimientos del Ejército Popular de Liberación, que ha enviado a medio millón de efectivos a colaborar en los trabajos de auxilio. En las imágenes en televisión podía apreciarse a jóvenes soldados llegando a localidades aisladas en tanque, picando el hielo de las carreteras y ofreciendo algunas de las 700.000 mantas que se han destinado a los damnificados.

Mientras, según informaba desde la provincia de Zhejiang (este) la agencia Xinhua, la ciudad de Hangzhou (la capital provincial), envió un equipo de 16 psicólogos a la estación de tren local para calmar a los nerviosos viajeros. "El desánimo y la ansiedad pueden conducir a un mal funcionamiento del sistema inmune y causar problemas psicológicos", razonaba unos de los psicólogos desplazados. "Escuchar, sonreír y tener paciencia son armas efectivas que ayudan a tranquilizarlos", agregaba.

El Gobierno central, por otro lado, ha prometido que, aunque se han perdido millones de yuanes en cosechas destrozadas, se trabajará para garantizar un suministro estable y sin subidas destacables en los precios. Desde el Banco Asiático de Desarrollo y el Deustche Bank se ha pronosticado una subida de la inflación, para este mes, de entre el 6,5% y el 7%.

SIN AGUA NI LUZ DESDE HACE 6 DÍAS

Sin embargo, hoy ha comenzado a saberse de lugares concretos donde la situación es límite desde hace días. De acuerdo con el rotativo 'Nanfang Daily', en la provincia de Hunan la ciudad de Chenzhou, de 4,6 millones de habitantes, lleva sin luz ni agua corriente desde hace seis días, y según el pronóstico meteorológico las nieves continuarán al menos otros tres días.

Tiendas y bancos permanecen cerrados, y tampoco los cajeros automáticos funcionan por falta de electricidad. No hay Internet, ni comunicación con el exterior, y los generadores de hospitales y el Ayuntamiento también han dejado de funcionar. Muchos habitantes se han trasladado a los hoteles que todavía disfrutan de generadores operativos, y que en estos días están haciendo su agosto.

Los datos ofrecidos por el Ministerio de Asuntos Civiles hace un par de días hablaban de unas pérdidas económicas directas en todo el país de 4.500 millones de dólares. Según el Ministerio, 6,7 millones de hectáreas de tierras de cultivo se han perdido, 149.000 casas se han derrumbado ante la fuerza de la nieve y otras 602.000 han sufrido daños de diversa consideración.

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