El hermano del padrastro de Alba asegura que la niña se cayó de la cama pero contradice parte de la versión del acusado

La madre reaccionó de forma "impasible" cuando le comunicaron la muerte de su hija

Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 15 diciembre 2008 14:33

BARCELONA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

El hermano del padrastro de Alba aseguró hoy que la noche de la supuesta última paliza su sobrina le contó que estaban jugando en la cama, su hermanastra se cayó y fue a buscar a su padre. En cambio, el procesado aseguró el jueves que fue él quien fue a la habitación al oír un golpe y encontró a Alba en el suelo y a su hija Maite llorando.

"Maite me dijo que estaba jugando en la habitación, que Alba estaba en el filo de la cama y ella un poco más atrás y que, en un momento dado, Alba se cayó y se quedó con los ojos desvanecidos", explicó Cristóbal P.E., hermano del presunto maltratador, Francisco Javier P.E., durante el tercer día del juicio contra él y la madre de Alba, Ana María C.

A la mañana siguiente, y por recomendación de una abogada, pidió a la niña que le volviera a contar lo ocurrido para grabarlo, porque "la niña podía ser manipulada por la madre" y "ya había mentido antes", explicó.

Cuando su hermano ingresó en prisión preventiva y la madre de Alba quedó en libertad con cargos, Cristóbal P.E. vio a su cuñada salir "una y otra vez por televisión diciendo barbaridades" que no creyó, asegurando que "algo tuvo que haber hecho" su hermano porque había sido denunciado por malos tratos.

El testigo agregó que la mujer mantenía una relación "bastante pasiva" con su hija y "no la atendía demasiado bien", pues "no la llevaba limpia y a la hora de comer a la cría le costaba pero tampoco tenía la suficiente paciencia para que comiera". En cuanto a los golpes que presentaba, la mujer le contó que un niño le pegaba en el colegio y que, además, "era un niña que se caía".

El padre biológico de Alba, Álvaro Luis C., explicó que el día de la última paliza, el 4 de marzo de 2005, fue a Montcada i Reixac (Barcelona) para recoger a su hija, pero dijo que Ana María C. no se presentó. De hecho, no la veía desde el 8 de enero porque su ex mujer le había dicho varias veces que no podía llevarse a Alba porque estaba enferma, y antes de eso no detectó indicios de malos tratos.

Álvaro Luis C. aseguró que Francisco Javier P.E. le amenazó para que pagara la pensión a su ex esposa y negó que cuando Alba estuviera en su casa se rompiera el brazo, tal como aseguró el jueves Ana María C.

Los médicos descartaron desde un principio que las graves lesiones que sufría Alba fueran fruto de una eventual caída de la cama, sufrida durmiendo o saltando sobre el colchón. En el primer caso, "tendría un golpe en la cabeza pero no en la cabeza y en las piernas", y en el segundo, "hubiera estado despierta y hubiera puesto los brazos", explicaron los facultativos.

Si bien acabó saliendo del coma profundo un mes más tarde, las lesiones de Alba eran tan graves que los médicos pensaban que la menor se encontraba en muerte cerebral, por lo que comunicaron el fallecimiento de la niña a su madre, aunque no la desconectaron de las máquinas que la mantenían con vida por si la familia decidía donar sus órganos.

Los agentes que presenciaron como los médicos informaron de la muerte de Alba a su madre coincidieron en destacar la reacción "impasible, indiferente y fría" de Ana María C. y afirmaron que se durmió tranquilamente cuando la metieron en el calabozo detenida por malos tratos. Los que más tarde detuvieron a Francisco Javier P.E. --se había ido a duchar-- dijeron que éste "no reaccionó".

Los agentes tomaron la decisión en base a los dos informes médicos anteriores que indicaban que la niña podía sufrir malos tratos y a que la versión ofrecida por la madre y el padrastro de la menor no era creíble dada la gravedad de las lesiones.

La mujer contó inicialmente que oyó un ruido en la habitación de las niñas y cuando llegaron los dos vieron a la menor tendida en el suelo inconsciente, aunque tras ser detenida cambió su versión y aseguró que ella estaba en la calle con la hija del procesado y que se encontró al procesado con Alba en los brazos cuando subieron después de esperarles 15 minutos.

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