Actualizado 10/01/2008 13:40

RSC.- Un experto cree "dudoso" que nadie pague más por un producto aunque esté fabricado por una empresa responsable

El mismo experto defiende que la RSC "no es una moda", sino "una oportunidad para modernizar a las empresas"


MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

El director de la Cátedra Javier Benjumea de Ética Económica y Empresarial en la Universidad de Comillas (Cantabria), José Luis Fernández, no cree que la sociedad esté "dispuesta a asumir el coste de las exigencias" de la RSC ya que consideró "dudoso" que nadie acceda a pagar más por un producto si sabe que está fabricado por una empresa socialmente responsable.

"Estadísticamente la respuesta no es positiva y paradójicamente la gente joven es la que prefiere un bajo precio a costa del medio ambiente", añadió.

Por este motivo, en un encuentro celebrado recientemente en Madrid, en una de las sedes del Foro Arrupe, el experto demandó que "alguien" tome medidas al respecto, señalando a "empresarios, consumidores, proveedores y, sobre todo, instituciones públicas y Gobiernos, que deben marcar tendencias".

En su opinión, la RSC "exige grandes inversiones y supone menos beneficios a corto plazo pero ofrece un gran aval a medio y largo plazo: beneficios sostenibles en el tiempo".

"La RSE no es una moda, sino que está de moda; no se trata de una nueva herramienta de gestión, ni debe ser utilizada como ocasión de negocio para los asesores. Estamos ante una oportunidad para poner a las empresas a las alturas de los tiempos", apostilló.

CONFUSION.

En su intervención, Fernández también lamentó la confusión de ciertos conceptos como el hecho de que la RSE "parezca propia de las grandes empresas" y que "no sea grata en Norteamérica", por lo que señaló: "aunque conocemos aproximadamente qué es la responsabilidad social, no tenemos un concepto exacto de ella".

Por este motivo, Fernández definió la RSE como "una integración voluntaria del gobierno y gestión de la empresa en preocupaciones ambientales, derechos humanos y responsabilidades sociales, así como diálogo con los agentes que intervienen en la actividad de las empresas, tales como el personal y recursos humanos, proveedores, consumidores y usuarios".

De cualquier manera, el experto aseguró que no basta con "hacer sólo una memoria social y medioambiental artificiosa, sino empezar por la base, para en una fase posterior formular la memoria".

A este concepto teórico, Fernández añadió varias cuestiones prácticas como "distinguir qué se entiende por RSE y lo que debe ser en realidad". "La RSE no es sólo obra social; la RSE es mucho más, de manera que hay empresas con fundaciones propias que, sin embargo, no son socialmente responsables, y otras que no donan nada y cumplen niveles altos de responsabilidad social", puntualizó.

El experto también abogó por el cuidado del capital humano de la empresa y lamentó tanto la ausencia de un código institucional "semejante a los de los Colegios Profesionales" como el hecho de que sólo las Universidades confesionales y las Escuelas de Negocios traten la materia de la RSE en sus aulas.