Actualizado 07/10/2008 19:42

RSC.-La FAO pide revisar la política sobre biocombustibles para proteger a los campesinos y el desarrollo sostenible

ROMA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pidió hoy en su publicación anual 'El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación' una revisión de las políticas y subvenciones sobre los biocombustibles para proteger a los campesinos y asegurar un desarrollo sostenible.

En este sentido, el director general de FAO, Jacques Diouf, explicó que las actuales políticas "tienden a favorecer a los productores de algunos países desarrollados frente a los de la mayoría de los países en desarrollo".

La organización critica de esta forma el crecimiento artificial de la producción de biocombustibles, de más del triple entre 2000 y 2007, hasta representar el 2% del consumo mundial para el transporte. La FAO anticipa un aumento de estos datos y, dado que la demanda de materias primas se incrementará en la misma medida, también se notará la presión sobre los precios alimentarios.

En este escenario, "las oportunidades para los países en desarrollo de beneficiarse de la demanda de biocombustibles podrían aumentar mediante la supresión de las subvenciones agrícolas y a los biocombustibles y de las barreras comerciales, que crean un mercado artificial y benefician actualmente a los productores de los países de la (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) OCDE a costa de los productores de los países en desarrollo", según Diouf.

A juicio de la FAO, la agricultura podría convertirse en el motor para la reducción del hambre y la pobreza y, por tanto, la producción de las materias primas de los biocombustibles puede crear empleo y generar ingresos. Para ello, insiste en que se requieren inversiones en infraestructura, financiación rural, información de los mercados e instituciones y sistemas legales.

En cambio, algunos colectivos, como los consumidores pobres de las zonas urbanas y los compradores netos pobres de alimentos de las zonas rurales, sólo notan estos avances en el precio de los alimentos.

Una gran parte de la población pobre mundial gasta más de la mitad de sus ingresos en comida, por lo que "las decisiones sobre los biocombustibles deberían tener en cuenta la situación de la seguridad alimentaria", así como "la disponibilidad de tierra y el agua", aseguró Diouf.

Respecto a las incidencias en el medio ambiente, el informe señala que "una mayor producción y empleo de biocombustibles no contribuirá necesariamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tanto como previamente se había supuesto". En concreto, el mayor impacto en las emisiones viene determinado por el cambio del uso de la tierra, como la deforestación.