Publicado 19/12/2025 16:50

El Centro Andaluz de Investigación de Zoonosis impulsa la creación de un centro de bioseguridad de nivel 3 en Andalucía

El secretario general de Investigación e Innovación de la Consejería de Universidad preside la reunión del Consejo Rector del Caizem

Posadas ha presidido la reunión del Consejo Rector del Caizem.
Posadas ha presidido la reunión del Consejo Rector del Caizem. - JUNTA DE ANDALUCÍA

CÓRDOBA, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Centro Andaluz de Investigación de Zoonosis y Enfermedades Emergentes (Caizem), dirigido por la profesora de la Universidad de Córdoba (UCO), María Ángeles Risalde, ha comenzado ya a dar los primeros pasos para la creación del Centro de Bioseguridad NCB3, una infraestructura única en Andalucía y motor de investigación avanzada, que reforzaría la posición de Caizem como referente nacional en el diagnóstico de estas enfermedades.

Este es uno de los asuntos tratados este viernes en la reunión del Consejo Rector del Caizem, presidido por el secretario general de Investigación e Innovación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, Antonio Posadas, quien ha precisado que este centro estaría ubicado en un enclave singular de investigación, dentro del Campus Universitario de Rabanales de la UCO.

El Caizem es el primer centro de estas características que se pone en marcha en España y su objetivo es convertirse en un referente nacional en investigación aplicada al control y prevención de enfermedades emergentes desde el enfoque One Health.

Este centro es fruto de la colaboración de cuatro consejerías (Sanidad, Presidencia y Emergencias, Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Sostenibilidad y Medio Ambiente y Universidad, Investigación e Innovación), la UCO y la Fundación de Investigación Biomédica de Córdoba (Fibico), para desarrollar una investigación de excelencia que se debe traducir en una transferencia del conocimiento y en una aplicabilidad para la prevención y control de las enfermedades emergentes y zoonóticas.

Además, en el transcurso del consejo rector, se ha procedido al nombramiento de las subdirecciones científicas del Caizem, que han recaído en Fernando Pérez, catedrático de Tecnología de los alimentos en la UCO, experto en seguridad alimentaria y asesor científico en diferentes agencias nacionales e internacionales; Isabel Machuca, especialista en Medicina Interna-enfermedades infecciosas en el Hospital Reina Sofía de Córdoba y coordinadora del programa institucional Pirasoa-PROA en Andalucía, y Salvador Arenas, profesor de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la universidad cordobesa y experto en el desarrollo de herramientas de precisión para priorizar planes de conservación ambiental.

Igualmente, se ha debatido la propuesta de ampliación del plazo de presentación del documento del reglamento de régimen interno del Caizem, se ha presentado la identidad corporativa del centro y se ha aprobado el presupuesto con el que contará en 2026, con una aportación institucional total de 120.000 euros. Este modelo de colaboración institucional responde a la necesidad urgente de generar conocimiento útil para anticipar, vigilar y responder ante enfermedades transmisibles entre animales y humanos.

El Caizem, que el pasado septiembre recibió el premio One Health 2025 concedido por la publicación digital 'ConSalud.es', integra profesionales de campos como la medicina, la veterinaria, la salud pública, la biología, la ingeniería agronómica y el medio ambiente, y aborda su actividad desde una perspectiva integral y multidisciplinar.

El centro se enfoca en la investigación básica, la innovación en herramientas de diagnóstico y vigilancia y en el desarrollo de estrategias de respuesta rápida, además de ofrecer soporte técnico y transferencia de conocimiento a administraciones, empresas y otros agentes del sistema de salud y del conocimiento.

Este centro va a desarrollar tres líneas de investigación. La primera es la investigación fundamental para generar conocimientos centrados en la evaluación de los riesgos de este tipo de enfermedades, el estudio de la interacción entre el agente patógeno y el hospedador, para así establecer nuevas estrategias terapéuticas y preventivas, y también el mantenimiento de la seguridad alimentaria y salud ambiental.

Por su parte, la segunda engloba las nuevas herramientas de diagnóstico y vigilancia sanitaria orientadas a la innovación, al uso de las nuevas tecnologías, Big Data e inteligencia artificial, y el diseño y aplicación de nuevos programas de vigilancia, mientras que la tercera consiste en la evaluación de medidas para la lucha contra estas enfermedades mediante el desarrollo de inmunoestimulantes, respuesta rápida y la evaluación de programas de lucha.

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