GRANADA, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha inaugurado este sábado en Granada la VIII Escuela de Igualdad, una iniciativa conjunta del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y el Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) que cada año desarrollan en todas las provincias con el fin de formar a adolescentes en materia de igualdad y en prevención del machismo y de la violencia de género.
El objetivo es que estas personas formadas sean agentes colaboradores que promuevan la igualdad en su entorno, según explica la Consejería en una nota en la que detalla que la formación, que ha tenido lugar durante los fines de semana de octubre a diciembre en los albergues del IAJ, ha llegado en esta edición a casi 500 jóvenes de 14 a 17 años de centros de secundaria de las ocho provincias andaluzas.
La edición de este año se ha centrado en talleres de sensibilización para erradicar comportamientos de acoso callejero, a través de actividades dinámicas, lúdicas y participativas, como 'performances' y talleres de risoterapia, para la posterior puesta en común y elaboración de conclusiones.
Según ha explicado la consejera, el acoso callejero o acoso sexual es una forma de violencia de género, reconocida como tal por el Convenio europeo de Estambul, y por la reforma de la Ley Andaluza de Violencia de Género, aprobada en Consejo de Gobierno este mes de diciembre. Sánchez Rubio ha lamentado que esta práctica esté "socialmente aceptada, normalizando el papel de las mujeres como objetos sexuales, y en algunos contextos derivándose en las agresiones y/o abusos sexuales".
En esta misma línea, y en sintonía con la próxima reforma de la Ley andaluza de Igualdad, la consejera ha adelantado que el Gobierno andaluz reforzará la prevención de las agresiones sexuales a través del Instituto Andaluz de la Mujer.
Según ha recordado Sánchez Rubio, el 35 por ciento de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia sexual en algún momento de su vida. En este sentido, la consejera ha señalado que el acoso callejero es la práctica "machista y sexual más comúnmente aceptada". "Se trata de comentarios sexuales explícitos o implícitos que los hombres hacen cotidianamente a las mujeres en las calles, sin ver en ello violencia", y que van desde el piropo que cosifica hasta la realización de fotos o los roces en transportes públicos.
La consejera ha señalado que, desde la puesta en marcha en 2002 del Servicio de Información Jurídica, Asistencia Legal y Atención Psicológica a Víctimas de Agresiones y/o Abusos Sexuales, el IAM ha asistido a 4.420 mujeres víctimas de violencia sexual, "un reflejo escalofriante de un problema social de tolerancia y permisividad ante uno de los mayores delitos contra las personas".
