Actualizado 13/09/2018 10:29

Los Puntos de Encuentro atienden en el primer semestre a 842 menores de familias en situación de conflictividad

Ciudad de la Justicia. Cartel
EUROPA PRESS - Archivo

MÁLAGA, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los Puntos de Encuentro Familiar (PEF) de Málaga capital y el municipio malagueño de Marbella atendieron durante el primer semestre de este año a 842 menores de edad, según el balance de este recurso público que gestiona la Consejería de Justicia e Interior y al que llegan por derivación judicial casos de progenitores en procesos y situaciones de interrupción de la convivencia familiar con una alta conflictividad.

Durante los seis primeros meses de 2018, los PEF de esta provincia tramitaron un total de 586 expedientes, 418 de ellos (el 71 por ciento) derivados por juzgados de Violencia contra las Mujeres y en los que había afectados 219 menores con medidas de protección adoptadas judicialmente.

Todas las capitales de provincia, además de Marbella; y Algeciras y Jerez, en la provincia de Cádiz; cuentan con Puntos de Encuentro, constituidos como un espacio idóneo y neutral para garantizar el derecho esencial de los menores de edad a relacionarse con sus progenitores y familiares.

De esta forma, han recordado desde la Junta de Andalucía en un comunicado, se hacen posible los regímenes de visitas, comunicación y estancia de estos menores con los progenitores o familiares que no dispongan de su custodia, determinados por los órganos judiciales.

Para estos casos de violencia de género, en los PEF se adoptan medidas que evitan el contacto entre agresor y víctima, además de fijar un protocolo horario que garantiza en todo momento el cumplimiento de las medidas judiciales impuestas a la persona investigada o penada.

Están formados por un equipo técnico multidisciplinar de psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales y educadores, especialmente formados para la atención de casos de conflictividad familiar.

La Junta de Andalucía puso en marcha en el año 2009 los Puntos de Encuentro Familiar, donde se facilita un servicio temporal, excepcional y de carácter gratuito, con el objetivo de propiciar la normalización de la convivencia familiar. La duración de la intervención está limitada a un período máximo de 18 meses, prorrogable mediante resolución del órgano judicial correspondiente.

Además, en estos recursos se ofrece orientación psicosocial individual y familiar para que las personas usuarias puedan mejorar sus relaciones y superen la situación de conflicto familiar que motivó la derivación judicial a los PEF.