SEVILLA 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía va a destinar 2,4 millones de euros a incentivar investigaciones con las que paliar los efectos del cambio climático en espacios naturales protegidos. Para articular esta iniciativa, el departamento de Catalina García ha iniciado con una consulta pública la tramitación de un proyecto de orden con las bases reguladoras.
Las subvenciones, en régimen de concurrencia competitiva, están dirigidas a todos los agentes del sistema andaluz del conocimiento que incluye a universidades, organismos públicos de investigación, centros, institutos y fundaciones, parques tecnológicos, centros de innovación digital y clústeres de innovación, según ha confirmado la Junta a preguntas de Europa Press.
El objetivo de la orden es impulsar proyectos de investigación aplicada para "mejorar la gestión ambiental en los espacios naturales protegidos de Andalucía". Los proyectos que opten a las ayudas "deberán estar dirigidos a la solución de problemas concretos con un fin específico y práctico que permita la gestión adaptativa de los espacios protegidos en el actual contexto de cambio climático y apoye una toma de decisiones en la gestión medioambiental basada en el conocimiento científico".
La Consejería argumenta que con esta nueva línea de ayudas --financiada con cargo a fondos del Fondo Europeo de Desarrollo Rural (Feder)-- pretende "dar continuidad a los observatorios de cambio climático ya consolidados en Andalucía, como el Observatorio de Cambio Glocal de Sierra Nevada, así como impulsar otras iniciativas en otros espacios naturales andaluces que representan la alta variedad de ecosistemas naturales de Andalucía".
Los ecosistemas de montaña mediterráneos son "especialmente sensibles" a los efectos del cambio climático, aseguran desde la Junta. Las montañas representan un "excepcional laboratorio" en el que estudiar los efectos del cambio climático para su adaptación a las nuevas condiciones climáticas. Asimismo, los ecosistemas de la campiña andaluza y sus lagunas permanentes, así como los humedales andaluces, también son "muy susceptibles" a los efectos del cambio climático en cuanto al déficit hídrico y la escasez y variabilidad de las precipitaciones.
Por su parte, los ecosistemas marinos y litorales mediterráneos destacan por su "alta diversidad biológica, paisajística y su complejidad ecológica", ya que su situación geográfica favorece "una gran riqueza de hábitats y especies". Esta riqueza natural tiene su reflejo en la "abundancia, diversidad y extensión" de los espacios naturales protegidos a nivel autonómico, nacional e internacional, donde los ecosistemas litorales y marinos tienen una "alta representatividad".
Estos ecosistemas son "especialmente complejos y dinámicos" ya que todos sus sistemas se encuentran "estrechamente relacionados" mediante flujos y su situación de frontera entre el medio terrestre y marino hacen que cualquier cambio que se produzca en los flujos afecte a todo el entramado litoral, con lo que "su rica biodiversidad se ve fuertemente afectada por los fenómenos climáticos".