SEVILLA, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
La economía andaluza creció en el segundo trimestre de 2019 un 2,5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, dos décimas por encima de la tasa registrada a nivel nacional y 1,4 puntos superior a la eurozona, este crecimiento intertrimestral se situó en el 0,4 por ciento, según los resultados de la Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía, que elabora del Instituto de Estadística y Cartografía (IECA).
Según este informe, la contribución de la demanda regional al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) nacional ha sido de 1,8 puntos, por lo que el salto exterior presenta una aportación positiva de siete décimas al crecimiento interanual. En el primer trimestre de este año esta aportación fue solo de tres décimas.
Por componentes de la demanda, el gasto en consumo final regional creció un 1,7 por ciento, aportando 1,5 puntos al PIB regional. Este gasto en consumo final subió un 1,5 por ciento en el caso de los hogares andaluces y un dos por ciento en el caso de las administraciones públicas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares.
En cuanto a la oferta, los sectores servicios y construcción mantienen ritmos de crecimiento sostenidos en comparación con los registrados en el primer trimestre. El sector servicios presentó en el segundo trimestre un crecimiento del tres por ciento, siendo su aportación al crecimiento del PIB de dos puntos y el de la construcción, por su parte, contribuyó en cuatro décimas al crecimiento de la economía regional, al registrar un alza del siete por ciento.
Las ramas primarias (agricultura, ganadería y pesca), sin embargo, restaron una décima al crecimiento del PIB regional, con un descenso del 2,1 por ciento trimestral y una merma de una décima en el cómputo interanual del PIB. Este dato se explica por el mal comportamiento en las cosechas, en particular cereales, afectadas especialmente por la sequía.
Excluido el sector primario, el crecimiento del Valor Añadido Bruto (VAB) sigue siendo muy positivo (del 3%), similar al del primer trimestre de 2019. Este crecimiento sigue siendo superior al nacional, cuyo VAB no agrario creció un 2,5 por ciento.
La Contabilidad Regional Trimestral analiza también la incidencia de la creación de puestos de trabajo en el comportamiento general de la economía, en particular en su contribución al gasto de las familias. Así, Andalucía registró un avance del tres por ciento en puestos de trabajo totales --no equivalente a número de empleados, ya que una misma persona puede ocupar uno o varios puestos de trabajo--.
Además, la remuneración de los empleados creció un 4,1 por ciento. Este incremento ha sido 2,4 puntos inferior al registrado en el trimestre anterior, afectado igualmente por el ajuste en las remuneraciones de la agricultura, que viene arrastrando un ritmo descendiente desde el cuatro trimestre de 2018.
La economía andaluza, según la Junta de Andalucía, se mantiene, pues, en un ciclo de crecimiento económico y creación de empleo, si bien, en línea con el comportamiento que se observa a nivel internacional y en las economías de su entorno europeo, con la amenaza de una desaceleración que, en cualquier caso, es menos evidente en la comunidad.
Así, la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad ha previsto un avance real del PIB del 2,1 por ciento en Andalucía en 2019, previsión igual a la pronosticada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para España, y superior al crecimiento previsto por este organismo para la Zona Euro (1,3%), con lo que será un año de convergencia económica con Europa.
De hecho, la economía de la zona euro ha crecido un 0,2 por ciento entre abril y junio en tasa intertrimestral, según ha confirmado este miércoles la oficina de estadística europea, Eurostat. Este dato pone de manifiesto que la economía andaluza sigue creciendo el doble que el promedio de las economías de la Unión Europea.
Así, motivada por todos estos indicadores, la Consejería ha contemplado revisar al alza estas previsiones de crecimiento en septiembre, gracias al buen comportamiento de la economía andaluza en los primeros meses de 2019, aunque en un contexto general de prudencia debido a la tendencia descendente del crecimiento nacional e internacional por las incertidumbres generadas por factores externos como el Brexit o la guerra comercial entre EEUU y China.
