Actualizado 05/12/2018 11:22

La Junta adquiere nuevos equipos para modernizar y mejorar las estaciones de vigilancia de la calidad del aire

Interior de una estación de medición de la calidad del aire
Europa Press - Archivo

SEVILLA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía ha iniciado la modernización y mejora de las estaciones de medida para la vigilancia, control y evaluación de la calidad del aire en Andalucía, con la adquisición de nuevos equipos y la sustitución de todos aquellos que han quedado obsoletos o que ya no cumplen la normativa en vigor.

Esta iniciativa, según ha explicado la Consejería en una nota, supondrá una inversión de más de cuatro millones de euros y estará cofinanciada en un 80 por ciento a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

La adjudicación del contrato de este suministro se ha realizado mediante cuatro lotes y ha sido publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

En Andalucía el seguimiento de la contaminación atmosférica se realiza a través de la Red de Vigilancia y Control de la Calidad del Aire que gestiona la Consejería.

Este sistema integral de evaluación y análisis dispone, entre otros equipos, de 91 estaciones fijas de medición con 664 sensores y de 12 meteorológicas con 226, así como de un laboratorio y un centro de datos que analiza las 24 horas del día los valores registrados.

Esta red se completa además con unidades móviles, captadores difusivos y un sistema de simulación que pronostica la evolución de la calidad del aire para informar a la población con la suficiente antelación. A ello hay que añadir más de un centenar de estaciones que miden en continuo las emisiones de los focos contaminantes de las industrias andaluzas.

En términos generales, el estado de la calidad del aire en Andalucía se puede calificar como bueno aunque, al igual que sucede en otras partes de la geografía española en las que se evalúa la calidad del aire, se producen algunas superaciones del valor límite diario de partículas en suspensión de tamaño inferior a diez micras (PM10).

Un tipo de contaminante que lo genera, en ambientes urbanos, es especialmente el tráfico rodado, aunque la industria y la resuspensión de polvo del terreno también influyen.