Actualizado 16/02/2015 12:23

Sánchez Rubio defiende una atención que no olvide el impacto emocional

Leucemia, tumores del sistema nervioso central y linfomas los principales diagnósticos por neoplasia maligna infantil en Andalucía

SEVILLA, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha defendido, en el Día Internacional del Cáncer Infantil, una atención integral para estos menores y sus familias y ha pedido que no se olvide el "impacto emocional y social" de una enfermedad de la que se detectan alrededor de 200 casos nuevos cada año en la edad pediátrica y unos 80 en la adolescencia.

En una nota, Sánchez Rubio ha recordado que desde las administraciones públicas debe existir el compromiso de velar por la calidad de vida de estos pacientes, "haciéndolos partícipes tanto a ellos como a sus familias de las decisiones terapéuticas en cada momento y dándoles voz durante todo el proceso asistencial y el abordaje social y sanitario" que exigen las enfermedades oncológicas. En este aspecto, ha resaltado también el "relevante papel" que juegan las asociaciones.

En este sentido, el primer informe de cáncer en la infancia y adolescencia que ha elaborado la Consejería ha indicado que las leucemias, seguidas de los tumores del sistema nervioso central y de los linfomas, representan los grupos diagnósticos más frecuentes de cáncer en la edad pediátrica de cero a 14 años, destacando que en la población adolescente --de 15 a 19 años-- cambia el patrón de incidencia y son los carcinomas y los linfomas, seguidos de las neoplasias de células germinales y las leucemias, los tumores más frecuentes.

Entre los años 2010 y 2011, periodo tomado como referencia para el primer estudio de la incidencia de estas enfermedades en la población infantil y adolescente en Andalucía, se han diagnosticado 564 casos de cáncer en niños y niñas de entre cero a 19 años: 402 casos nuevos en menores de 15 años, con una incidencia media anual de 146 casos por millón de población en este rango de edad, y 162 casos en la etapa adolescente --15-19 años--, con una incidencia media anual de 174,9 casos por millón de adolescentes.

Los datos obtenidos del Registro de Cáncer en Andalucía, el que mayor población cubre en España y uno de los mayores de Europa, presentan un perfil epidemiológico del cáncer infantil similar al del resto de población pediátrica española cubierta por registros de cáncer.

En esta línea, la consejera ha subrayado que la prevención y del diagnóstico precoz "continuarán siendo una apuesta del Sistema Sanitario Público de Andalucía en el ámbito de la oncología infantil", asegurando que también lo serán "la promoción de un estilo de vida saludable y el apoyo a la investigación y la formación en el ámbito de la atención primaria y especializada".

Cabe recordar que el Plan Integral de Oncología de Andalucía es el instrumento desde donde se van marcando las estrategias necesarias para buscar una respuesta individualizada para cada paciente y desde donde se han impulsado actuaciones en todos estos ámbitos.

De esta forma, la Junta ha puesto de relieve que se ha mejorado la dotación, adecuación y redistribución de recursos humanos y tecnológicos y se han puesto en marcha nuevos servicios y derechos que garantizan una intervención más ágil y eficaz en el abordaje del cáncer.

A su vez, ha destacado que en la actualidad se curan entre el 75 y el 80 por ciento de los menores que padecen esta enfermedad, "gracias a los avances logrados en el campo diagnóstico y terapéutico y al excelente trabajo diario de todos los profesionales que tienen entre sus objetivos prestar la mejor atención a los niños y niñas con cáncer en Andalucía".

UNIDADES DE REFERENCIA

Los hospitales públicos andaluces registran casi un millar de ingresos y más de 12.500 consultas anuales de menores con cáncer, concentrándose dicha asistencia oncológica en el Complejo Hospitalario Torrecárdenas (Almería), Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba), Hospital de Jerez y Puerta del Mar (Cádiz), Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada), Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva), Hospital Materno-Infantil (Jaén), Hospital Regional (Málaga), Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla) y Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla).

Cuatro de estos centros cuentan con el reconocimiento del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad como unidades de referencia del Sistema Nacional de Salud: tres para trasplantes de médula ósea o progenitores hematopoyéticos --Hospital Regional, Hospital Reina Sofía y Hospital Virgen del Rocío-- y uno para el tratamiento del tumor ocular maligno de la infancia, el retinoblastoma --Hospital Virgen Macarena--.

En este contexto, la Junta ha indicado que durante 2014 se realizaron 40 trasplantes de progenitores hematopoyéticos pediátricos en los tres centros de referencia nacional --13 con células madre sanguíneas del propio paciente, 12 con donantes emparentados y 15 con donantes no emparentados--, beneficiando a pacientes con leucemia, tumores sólidos, inmunodeficiencias, insuficiencias medulares y linfomas, principalmente.

A su juicio, "está demostrado científicamente" que concentrar en equipos multidisciplinares con experiencia y alta cualificación la atención a pacientes con tumores pediátricos --por su baja incidencia-- "tiene mejores resultados asistenciales", siempre con el apoyo del resto de centros asistenciales para compartir el seguimiento o realizar pruebas rutinarias, "evitando desplazamientos innecesarios cuando la evolución de los menores sea la correcta".

En esta línea, ha recordado que el Plan Integral de Oncología ha impulsado un ciclo de reuniones multidisciplinares orientadas a analizar, debatir y proponer soluciones a las diferentes causas que influyen en las tasas de supervivencia y en la calidad de vida de pacientes y familiares.

Según la Administración autonómica, aproximadamente el 62,3 por ciento de los niños y niñas que sobreviven a un cáncer sufrirá una enfermedad crónica y un 27,5 por ciento una secuela grave, "por lo que es más que necesario concentrar esfuerzos no sólo en vencer la enfermedad sino en paliar sus consecuencias a corto y largo plazo desde el abordaje integral y experto, con un diagnóstico temprano, impulsando la investigación de excelencia, dando soporte psicosocial, organizando la atención al adolescente y con estrategias de participación ciudadana".