VITORIA, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, insistió hoy en que el futuro del País Vasco se va a decidir "aquí, no en Madrid" y vaticinó que en los próximos cuatro años se producirán "grandes cambios en política", que tendrán que "hacer realidad" los "compromisos" de los partidos presentes en el Gobierno vasco y las diputaciones. Además de señalar que esos cambios deben "incrementar el protagonismo de la sociedad vasca", aseguró que con la Diputación alavesa gobernada por PNV, EA y Aralar, este territorio debe ser una "una punta de lanza para lograr nuestro sitio en este mundo globalizado".
En un discurso realizado con motivo de la recepción al nuevo equipo de gobierno de la Diputación de Alava, integrado por PNV, EA y Aralar, Ibarretxe se mostró "convencido" de que "el ciclo de la violencia de ETA está terminado para siempre", aunque reconoció que "eso no quiere decir que no vayamos a tener tremendos disgustos".
El lehendakari destacó que la composición del Ejecutivo vasco (PNV, EA y EB) y de las diputaciones de Alava (PNV, EA y Aralar), Gipuzkoa (PNV, EA) y Bizkaia (PNV) se caracteriza porque los partidos que integran estas instituciones comparten "dos grandes principios".
Según explicó, se trata de formaciones que "no tienen ningún problema para decir rotundamente no a la violencia y rotundamente sí a la defensa de todos los derechos humanos", incluidos los de aquellas personas que han cometido "tremendos delitos". Además, estos partidos comparten su defensa de la "capacidad de decidir del pueblo vasco".
BATASUNA
En su opinión, estos son precisamente los principios que separan a PNV, EA, EB y Aralar de las dos "orillas", la del "mundo de Batasuna" y la del PP y el PSOE. A los primeros les reprochó que "no acaban de pronunciarse y desmarcarse con rotundidad de la violencia". "Está bien que se reclamen los derechos de los presos, pero al mismo tiempo hay que trasladar el rechazo a la violencia, con una sociedad vasca que la rechaza rotundamente", añadió.
Respecto a socialistas y 'populares', aseguró que se trata de formaciones que "no admiten que este pueblo exista como tal y que tengamos capacidad de decidir por nosotros mismos". "Tienen que tenerlo muy claro; el futuro del pueblo vasco lo vamos a decidir aquí, en Euskadi y en Vitoria, no se va a decidir nunca en Madrid", les advirtió.
El lehendakari vaticinó que "los próximos cuatro años van a ser muy importantes", ya que se van a producir "grandes cambios en política". Estos cambios, en su opinión, tendrán que "hacer realidad poco a poco" los "compromisos" de los partidos presentes en el Gobierno vasco y en las diputaciones forales. Ibarretxe añadió que, por lo tanto, "el protagonismo de la sociedad vasca tendrá que ir incrementándose".
En este sentido, indicó que la sociedad "quiere responsables políticos que, además de comprometernos, llevemos esos compromisos a la realidad", motivo por el que afirmó que la composición del nuevo equipo de Gobierno de la Diputación de Alava, en manos de PNV, EA y Aralar tras la salida del PP, es "enormemente importante".
Tras animar a los nuevos diputados alaveses a dejar atrás las políticas de los anteriores ejecutivos forales del PP, que actuaban "poco menos que con complejo a la hora de reivindicar la vasquidad y la cultura vasca", afirmó que el Gobierno alavés debe ser "una punta de lanza, una avanzada del pueblo vasco desde el punto de vista cultural, un elemento que nos permita lograr nuestro sitio en este mundo globalizado".
"El papel que la Diputación tiene que realizar no es el que se ha realizado hasta ahora", afirmó, para añadir que "Alava tiene que ser un territorio que tenga orgullo para trasladar al mundo lo que somos".
En esta línea, explicó que "en un mundo cada vez más global, aquél que no defiende su identidad desaparece". "Nosotros tenemos capacidad; somos un pueblo pequeño, pero tenemos que tener capacidad para poder decidir a qué puerto queremos ir", consideró.
AGIRRE
Por su parte, el diputado general de Alava, Xabier Agirre (PNV), coincidió con Ibarretxe en la necesidad de defender los derechos de "todas las personas" y de que la sociedad vasca "pueda expresar su voluntad de futuro democráticamente".
Respecto a su labor al frente del Ejecutivo foral, prometió "un cambio en el estilo de hacer política" para evitar la "crispación". También apostó por desarrollar políticas que ayuden a lograr un mayor "equilibrio" en el territorio y por recuperar la cooperación interinstitucional.