El Ayuntamiento dice que dos tercios de los multados "no son vecinos de la localidad"
BILBAO, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El municipio vizcaíno de Barakaldo registró desde enero un total de 151 infracciones por orinar en la vía pública, cuya sanción máxima asciende a 750 euros. Dos tercios de los multados "no son vecinos de la localidad", según indicó hoy en rueda de prensa la concejal delegada de Seguridad Ciudadana del Consistorio, Olga Santamaría.
A pesar de las campañas dirigidas a erradicar conductas incívicas y antihigiénicas, -como la reciente que creó la figura de superhéroe 'Súperciviko'-, Santamaría lamentó que "únicamente a través de las sanciones se pueda reprobar la conducta de determinadas personas", si bien puntualizó que las multas por orinar en el espacio público, cuya sanción media ronda los 200 euros y el máximo asciende a 750 euros, "no tienen ningún afán recaudatorio".
La edil insistió en recordar "a todos los vecinos y visitantes" del municipio que esta conducta está prohibida según la ordenanza de limpieza viaria aprobada en mayo de 2005, la cual prohíbe además el 'botellón'. En este sentido, recordó que Barakaldo cuenta con 18 urinarios públicos situados en 14 "puntos estratégicos" de la localidad, destinados a mantener la limpieza de las infraestructuras y el espacio público.
BARAKALDO
Santamaría facilitó asimismo los datos recogidos desde el pasado enero hasta primeros de este mes, donde se registraron 151 infracciones por orinar en la vía pública, de las cuales aproximadamente dos tercios de los infractores procedían "de fuera de Barakaldo". La mayoría de las sanciones se realizaron durante el fin de semana, en zonas de ocio y la infractores eran principalmente jóvenes, de entre 18 y 25 años aproximadamente.
La sanción oscila entre 0 y 750 euros, si bien la más común asciende a 200 euros. "A la hora multar se tienen en cuenta la gravedad de la acción, así como el lugar, el momento o la reincidencia de la infracción", apuntó la edil.
Por último, Santamaría apeló al "sentido común" e instó a la ciudadanía a respetar las normas de civismo e higiene pública con el fin de "mejorar la convivencia y estar orgullosos de Barakaldo".
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