Se le implica en, al menos, 61 casos denunciados, 42 de los cuales se han resuelto
BILBAO, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Agentes del grupo de Estafas y Falsificaciones de la Ertzaintza han desarticulado en Bilbao una banda organizada especializada, entre otras modalidades delictivas, en el hurto de documentaciones para, posteriormente, realizar extracciones bancarias fraudulentas, con las que se habían hecho con un botín de 200.000 euros. Los agentes han detenido a 22 personas y ha inculpado a otras cuatro.
En un comunicado, el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco ha precisado que en el operativo han sido detenidas once mujeres y otros tantos varones, y se ha inculpado a otros cuatro hombre más.
Las investigaciones se iniciaron a principios del pasado año, cuando se empezaron a detectar las primeras denuncias, todas ellas con un modus operandi similar. Las víctimas, en una primera fase, eran mujeres con edades comprendidas entre los veinte y los treinta años, a quienes les hurtaban la documentación en locales de ocio nocturno de Bilbao.
A continuación, otra mujer, con características similares a la de las víctimas, procedía a suplantar su identidad acudiendo a una entidad bancaria donde la titular de la documentación tenía abierta una cuenta, procediendo a extraer en ventanilla diversas cantidades de dinero en efectivo.
En una segunda fase, se abrió el abanico de las víctimas a hombres, siendo afectados por esta estafa varones con edades similares a la de las mujeres.
En el transcurso de la investigación, facilitada en gran medida por la colaboración de las entidades bancarias afectadas, se determinó que el grupo criminal estaba formado por ocho individuos, quienes, en un primer momento, se hacían con las documentaciones, hurtándolas al descuido en muchas ocasiones ellos mismos en locales de ocio nocturno de Bilbao, aunque también tuvieron acceso a otras documentaciones, algunas de ellas procedentes incluso de Madrid.
PERSONAS VULNERABLES
La segunda fase de la operación consistía en localizar a personas vulnerables por diferentes motivos y con similares características físicas a las de las titulares de las documentaciones, a quienes entregaban una comisión por realizar la extracción bancaria.
Estas personas, a las que caracterizaban de manera convincente, eran aleccionadas en su forma de actuar para que la operación fuera beneficiosa. En primer lugar, se averiguaba el saldo de las cuentas bancarias en una entidad y, posteriormente, en función del mismo, se decidía, para evitar sospechas, la cantidad correcta a extraer, que se llevaba a cabo en una entidad bancaria diferente, habiéndose realizado, incluso, en provincias limítrofes.
Todos los desplazamientos corrían a cargo de los responsables de la banda. Si las personas no accedían a realizar su papel no dudaban en acudir a las amenazas, coacciones e, incluso, la violencia.
OCHO CABECILLAS
En el transcurso de las investigaciones se han detenido o inculpado a los ocho cabecillas de este grupo criminal, y a 18 personas, once mujeres y siete hombres, que hicieron de intermediarios realizando las extracciones bancarias.
A este grupo se le implica en, al menos, 61 denuncias, 42 de las cuales se han resuelto totalmente, dado que se ha identificado a la persona que realizó las extracciones bancarias. En una de las actuaciones policiales realizadas a finales de octubre del pasado año, se detuvo a uno de los cabecillas del grupo, a quien se le ocuparon diez documentos de identidad sustraídos.
El operativo culminó el pasado mes de febrero con la realización de cuatro registros domiciliarios en las viviendas de los principales implicados, donde se localizÓ diferente documentación que les implica en los hechos investigados. A pesar de ello, la Ertzaintza continúa trabajando en los flecos pendientes, no descartándose nuevas detenciones.
INVESTIGACIÓN "LABIOROSA"
El Departamento de Seguridad ha subrayado que la investigación "ha sido laboriosa dada la magnitud y el nivel de especialización de esta trama perfectamente organizada y muy bien sincronizada, a pesar de su aparente sencillez".
Esta circunstancia obligó al equipo investigador a realizar un trabajo minucioso debido a la estructura del grupo criminal, que se valía de un número importante de intermediarios, lo que dificultó su seguimiento y, sobre todo, el acceso a los cabecillas del entramado, por lo que se tuvieron que invertir un importante número de horas de trabajo y de medios, que finalmente han terminado con la desarticulación del grupo y con la resolución de un porcentaje muy elevado de los casos denunciados.
La Ertzaintza ha recordado la importancia de denunciar la pérdida o sustracción de la documentación, ya que son documentos que se pueden utilizar con fines delictivos, como es este caso, y también para, por ejemplo, dar de alta líneas telefónicas, financiar productos de consumo y un largo etcétera.
