SAN SEBASTIAN, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía mantuvo hoy su petición de dos años de cárcel y cuatro de inhabilitación para un ertzaina juzgado en San Sebastián por matar a un hombre de 43 años, al entender que el agente "no tomó la diligencia necesaria" para evitar disparar involuntariamente a la víctima. Sin embargo, la defensa reclamó su absolución o que, en su caso, se le aplique la eximente del cumplimiento del deber.
El juicio quedó hoy visto para sentencia en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, después de que las partes expusieran sus conclusiones, en las que el abogado de la familia del fallecido insistió también en su reclamación de cuatro de años de cárcel, seis de inhabilitación, y el pago de una indemnización de 150.000 euros a cada uno de los progenitores de la víctima, 60.000 para el hermano y 600.000 euros para su novia.
El ministerio público únicamente modificó su escrito inicial para retirar la indemnización que solicitaba para la compañera sentimental del fallecido porque, a su juicio, no ha quedado acreditado que convivieran. En consecuencia, elevó de 8.275 euros a 70.850 euros la indemnización que reclamaba para los padres, con el Gobierno vasco como responsable civil subsidiario.
En jornada de hoy también prestaron declaración expertos del Instituto Nacional de Toxicología y médicos forenses, quienes certificaron que la víctima presentaba 1,24 gramos de alcohol en sangre y que el disparo se produjo con el arma pegada a su cabeza.
"SECUESTRO TERRORISTA"
Los hechos enjuiciados sucedieron el 19 de diciembre de 2003 en la N-1 a la altura de la localidad de Alegia, cuando el acusado regulaba el tráfico mientras sus compañeros atendían un vehículo accidentado. En el arcén del carril contrario se encontraban dos coches parados, y la víctima en el exterior de uno de ellos.
Según el fiscal, el ertzaina creyó observar que el conductor de uno de los turismos estaba sufriendo una agresión por parte de sus ocupantes, por lo que, en la creencia de que podía ser un "atentado o un secuestro terrorista", se dirigió al lugar con el arma desenfundada y, al cruzar la mediana, le quitó el seguro.
La Fiscalía sostiene que se produjo un forcejeo, que el agente cogió por los hombros a la víctima y que, cuando esta última se giró, "se le disparó el arma". Por su parte, el abogado de la familia recordó que ha quedado probado que la víctima y sus acompañantes no cometieron ningún delito.
Asimismo, negó que el fallecido se resistiera y defendió que el ertzaina cometió una "imprudencia" al desenfundar el arma y al "manipular" a la víctima con una pistola en una mano. El letrado consideró "imprudente" que un sólo agente se enfrentara a unos supuestos terroristas y que debía haber "pensado que había otro tipo de posibilidades".
Finalmente, la defensa del agente y del Gobierno vasco señaló que la actuación del ertzaina no debe tener "un reproche penal" y que, en su caso, se le debería aplicar la eximente de cumplimiento del deber. Defendió que "utilizo los medios necesarios para protegerse a él" y a la persona que él creía secuestrada y, según su versión, el disparo se produjo porque la víctima le golpeó en las manos.