La hija de Isaias Carrasco, asesinado por ETA, no cree "sincero" el arrepentimiento de IA

Homenaje
EUROPA PRESS
Actualizado: domingo, 4 marzo 2012 14:09

MONDRAGON, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

La hija del exconcejal del PSE-EE Isaias Carrasco, asesinado por ETA hace cuatro años, no cree que el arrepentimiento de la Izquierda Abertzale sea "sincero y espontáneo" y ha recordado que ETA aún no ha entregado las armas. Asimismo, ha destacado que "las heridas son profundas y sólo el tiempo y actitudes más humanas y menos soberbias lograrán que el dolor sea más llevadero".

En un acto desarrollado en Mondragón en el que han estado presentes el consejero de Interior, Rodolfo Ares, el secretario general de los socialistas guipuzcoanos, Iñaki Arriola, así como el portavoz de PSE-EE, José Antonio Pastor, entre otros, Sandra Carrasco ha agradecido a su padre y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado" el que se que se jueguen la vida para "acabar con esta gentuza".

"Cuando conocí el anuncio de ETA me hubiera gustado llorar de alegría, pero por las circunstancias que me tocó vivir lloré de rabia, de impotencia por tanta sangre derramada en vano. Por tantas lágrimas y sufrimiento inútil y familias destrozadas", ha indicado para preguntarse después "de qué ha servido todo esto; de nada".

A su juicio, resulta "un poco contradictorio" el que, pese ha haber anunciado el cese definitivo de la violencia, siga habiendo detenciones de miembros de ETA con "armamento y material explosivo". "A eso hay que añadirle el que no han entregado las armas ni mostrado ningún tipo de arrepentimiento, cosa que creo que es crucial para su total credibilidad", ha subrayado.

Para Carrasco, en esta nueva etapa se han dado pasos hacia una "normalización, pero no para una convivencia pacífica y en armonía", ya que ha considerado que estos pasos sólo pueden llegar del reconocimiento a las víctimas y al recuerdo no al olvido.

"La Izquierda Abertzale quieren hacernos ver los hechos desde su punto de vista, pero ni mi familia ni yo sentimos que su arrepentimiento sea sincero, ni espontáneo. No les creemos antes y tampoco ahora. Si así fuese para nosotros llega tarde", ha indicado para añadir que "las heridas son profundas y sólo el tiempo y actitudes más humanas y menos soberbias lograrán que el dolor sea más llevadero".