Juicio
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 8 marzo 2017 12:18

Fiscalía y abogado de la defensa piden 12 años y seis meses de cárcel por un delito de homicidio con abuso de autoridad

BILBAO, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El jurado popular ha declarado culpable, por unanimidad, a la mujer acusada de matar a un varón de 59 años en Bilbao, al que asestó 31 puñaladas cuando se encontraba en la cama de su domicilio de la capital vizcaina en julio de 2015. En la primera sesión del juicio, celebrada el pasado 3 de marzo, la acusada, Katia S.A., se reconoció autora de los hechos, aunque matizó que su comportamiento no fue "premeditado".

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha acogido este miércoles la lectura del veredicto del juicio con jurado popular que, presidido por el magistrado Manuel Ayo, ha juzgado el crimen acaecido en julio de 2015 en el barrio bilbaíno de Zamakola.

Manuel R.R., varón de 59 años de edad y con dos hijos, apareció muerto el 12 de julio de 2015 en la cama de su dormitorio tras sufrir 31 puñaladas que le perforaron el tórax y el pulmón, le provocaron fracturas en las costillas y le afectaron el corazón.

Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, la porcesada, una mujer nacida en Brasil y de nacionalidad española, aprovechó que el hombre "estaba desnudo y sobre la cama" para, "de manera sorpresiva y sin que la víctima pudiera evitarlo", clavarle un cuchillo. La víctima trató de defenderse en el transcurso de la agresión, lo que le también le provocó cortes en brazos, dedos y manos.

En su declaración, la acusada reconoció los hechos de los que se le acusa, aunque matizó que su crimen no fue "premeditado". De este modo, afirmó que mató a la víctima con un cuchillo, aunque no pudo asegurar que se lo clavara en la zona torácica, al no acordarse "de todo" lo que sucedió aquella jornada. "De todo lo que sucedió no me acuerdo. Todo sucedió muy rápido", afirmó.

El jurado, por unanimidad, ha encontrado a la acusada "culpable de haber dado muerte a Manuel R.R., habiendo disminuido sus posibilidades de defenderse".

En la lectura del veredicto, han destacado que "la fotografía encontrada en el teléfono de la víctima sitúa a la acusada con el fallecido a las 18.30 horas, antes de su muerte". Además, ha subrayado el hecho de que el cuchillo "de mango negro" encontrado en el domicilio de la acusada fue "posteriormente reconocido por pareja de hecho de la víctima como el que faltaba del domicilio de Manuel R.E.".

Asimismo, han señalado que "la sangre de la víctima encontrada en el interruptor de la luz, encimera del baño y mango de ducha fue confirmada por agentes de la Ertzaintza como transferidas por Katia después de haber dado muerte a Manuel".

Por otro lado, han recogido que, "en el portal del domicilio habitual de la acusada, se hallaron restos de la sangre que llevaba impregnada Katia porque tuvo que tocar el timbre debido a que sus llaves habían quedado en el domicilio de la víctima".

Además, ha señalado que, según las pruebas practicadas, "las huellas halladas en tres botellas, dos copas y un frasco de colonia corresponden con el perfil genético de la acusada, lo que la ubica en el lugar de los hechos".

Según han valorado los miembros del jurado, "de las ocho huellas encontradas, tres son de la acusada por impregnación de sangre, como en el caso del frasco de colonia". Asimismo, han indicado que el forense autor autopsia "constata el hallazgo de pelos y material celular, entre ellos dos concluyentes, en las manos de la víctima, que, según los peritos de toxicología, corresponden a la acusada y al fallecido".

Además, el jurado ha señalado el hecho de que se encontraran "restos epiteliales de la acusada en la solapa de la cartera del fallecido", que se halló "en el borde de la ría, evidenciando su deseo de deshacerse de ella".

Asimismo, los miembros del jurado consideran que la acusada tenía "intacta su capacidad cognitiva". A su entender, "la conducta de la acusada apoya la hipótesis de que era plenamente consciente de sus actos", ya que "se ducha, se perfuma, trata de deshacerse de pruebas, cambia de domicilio y planifica abandonar la ciudad".

Para el jurado, queda de manifiesto "el abuso de superioridad por parte de Katia, debido a que se encontraba de pie frente a la víctima, que estaba desarmada, desnuda y tumbada sobre una cama con sus capacidades físicas mermadas, como lo evidencia la prueba toxicológica presentada por el forense, que establece un nivel de alcohol en sangre de la víctima de 2,17 gramos por litro".

Una vez emitido el veredicto de culpabilidad, el jurado ha decidido, también por unanimidad, denegar la posibilidad de un indulto total o parcial.

PENAS

El Ministerio Fiscal, que en principio solicitó por estos hechos una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, rebajó su petición en las conclusiones definitivas a 12 años y seis meses de cárcel.

Asimismo, reclama que se indemnice a los dos hijos del fallecido y a su pareja de hecho con 36.000 euros a cada uno. Asimismo, pide la no suspensión de la condena "porque no se dan los requisitos exigidos por la ley para ello".

Por su parte, la defensa reconoce en su escrito de calificación que la detenida atacó con un cuchillo a la víctima causándole la muerte con el agravante de abuso de superioridad, y pide también una pena de 12 años y seis meses de cárcel, además de adherirse a la petición de la Fiscalía respecto a la responsabilidad civil.

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