BILBAO, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
La eurodiputada de EAJ-PNV, Izaskun Bilbao, ha recordado este miércoles en Bruselas que "la lucha por la igualdad empieza por asumir las propias responsabilidades". "En las sociedades avanzadas ante problemas como la desigualdad pedimos respuestas a las instituciones y, en ese nivel, hay cosas que se pueden hacer mejor, pero el cambio verdadero, el profundo, el que moverá las cosas, el que conduce a la igualdad empieza por uno mismo", ha agregado.
Izaskun Bilbao ha realizado estas declaraciones en el marco de una jornada de reflexión organizada por la Asociación europea de periodistas con motivo del Día de la Mujer. La eurodiputada vasca ha intervenido en el mismo como ponente del informe sobre igualdad que debatirá la Eurocámara en su pleno de la próxima semana.
En su intervención, ha renunciado a "seguir bombardeando a los asistente con datos y estadísticas de sobra conocidos" y ha puesto como ejemplo de ellos el estudio elaborado por la Agencia Europea de Derechos fundamentales.
Hace un año, este organismo reveló que 62 millones de europeas han declarado ser víctimas de algún tipo de violencia de género y que más de nueve millones han sufrido directamente una violación, aunque solo un tercio de ellas se han atrevido a denunciarlo.
"En lo que llamamos primer mundo, cuando nos enfrentamos a un problema de esta dimensión, estamos acostumbrados a mirar a las instituciones, a pedir soluciones. A buscar en otro lugar explicaciones, responsabilidades y medidas ejemplares y eficaces. Y es verdad que hay cosas que se pueden hacer mejor desde ese ámbito", ha valorado.
No obstante, ha apuntado que cuando habla de igualdad le gusta hacer "otro ejercicio". "Me gusta preguntar siempre a mis interlocutores, hombres o mujeres sobre lo que piensan que pueden hacer ellos mismos para cambiar la situación", ha precisado.
A continuación, ha puesto varios ejemplos que acreditan que algunos estereotipos de género están "tan profundamente arraigados que es difícil encontrar una madre que acepte tranquilamente encontrar a su nuera sentada en el sofá viendo la televisión mientras el "hombre de la casa" plancha la ropa".
Tras sugerir otras situaciones parecidas, ha explicado que ocurren porque "estamos ante una cuestión de valores, de educación y de principios que, reconozcámoslo o no, llevamos grabados en el subconsciente más de lo que nos gustaría".
