Los actos de los días 2, 8 y 27 de marzo denunciarán la reforma laboral y de las pensiones motivadas por "las exigencias" patronales
BILBAO, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los sindicatos nacionalistas ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru anunciaron hoy movilizaciones contra la política de los gobiernos central, autonómico y forales para hacer frente a la crisis económica, ya que las reformas propuestas desde, por ejemplo, el Ejecutivo central, "no les dejan otra alternativa" que la movilización social.
En rueda de prensa, los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz y Ainhoa Etxaide, junto a representantes de Hiru (Patxi Agirre), ESK (Jon Balmaseda), EHNE (Iñaki Lazarobaster) y STEE-EILAS (Belén Arrondo) señalaron que las movilizaciones de los días 2, 8 y 27 de marzo se enmarcan en un "camino largo" que se inició con la huelga general del 21 de mayo, para luchar contra "los recortes" de derechos que suponen, a su juicio, las anunciadas reformas laboral y de las pensiones.
Concretamente, el día 2 de marzo se realizará una concentración de delegados de todas estas centrales en Vitoria, el día 8 de marzo, dentro de los actos por la Mujer Trabajadora, se señalará como el colectivo femenino sufre "especialmente" la crisis, mientras que el 27 de marzo se convocarán manifestaciones en las tres capitales vascas y en Pamplona.
En este sentido, Muñoz defendió la necesidad de estas convocatorias porque las centrales "sólo confían en la movilización social para cambiar las políticas" de los ejecutivos.
Además, recordó cómo ya avisaron en su momento, antes de la huelga general, de que "llegarían los ajustes laborales y sociales" que actualmente se están desarrollando. "Cambian los partidos en los gobiernos y siguen haciendo lo mismo", precisó.
Para Muñoz, no existe "ni una sola" de las medidas políticas que ha adoptado el Gobierno vasco que perjudique a los poderes dominantes, porque, "como dijo Confebask, 'este Gobierno hace todo lo que le pedimos, igual que el anterior".
Ante esta realidad, defendió las movilizaciones anunciadas y explicó que obedecen a "una agenda reivindicativa propia" para ponerse "delante de las reformas brutales" porque "Zapatero trabaja para Botín, es decir, para la banca" y se está buscando "la competitividad con el exterior en base a precariedad".
Respecto a la patronal vasca, también advirtió a Confebask de que, "puesto que el poder político no les frena ningún deseo", los sindicatos serán "los encargados de hacer frente a su ofensiva contra las condiciones de trabajo, que desarrollan porque saben que tienen bula para hacer lo que les da la gana".
Muñoz lamentó que "este Gobierno y el anterior" trabajaban "para ellos", por lo que advirtió de que a esta situación "no se le puede llamar diálogo social".
ETXAIDE
Por su parte, Etxaide también lamentó que las actuales instituciones "han descartado ponerse del lado de los trabajadores" en los momentos de crisis. "No nos dejan más alternativa que la movilización social", añadió.
Dentro de las actuaciones conjuntas de los sindicatos nacionalistas, también recordaron el decálogo de medidas para afrontar la crisis, para el que han logrado reunir 131.894 firmas de trabajadores vascos y navarros.
