CÁCERES, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
La capital cacereña espera la visita de más de 25.000 personas durante la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional.
Desde el viernes 30 de marzo a las 15.00 horas hasta el domingo 8 de abril a la misma hora, se llevará a cabo el dispositivo especial de tráfico que se ha organizado en la capital cacereña con motivo de esta festividad.
Son datos aportados hoy por el jefe de la Policía Local, César García, quien explicó en rueda de prensa que este año "se espera superar la cifra de visitantes del año pasado ya que se ha difundido más la característica de ser de Interés Turístico Nacional y se cumple el segundo año de esta distinción".
Para atender a los cacereños y a los visitantes la Policía local reforzará los tres turnos cotidianos de trabajo con treinta agentes más, diez en cada turno de mañana, tarde y noche.
A los policías se les ha provisto de toda la información sobre desfiles procesionales, hoteles, aparcamientos y otros servicios con el objetivo de que puedan ayudar "tanto a los cacereños como a los visitantes", especificó García.
De esta forma, durante los días señalados no se podrá circular en un área comprendida entre el principio de la calle Sande, en la zona de San Blas, hasta la altura del Gran Teatro y desde Fuente Concejo hasta la calle Parras, aproximadamente.
Calles como Roso de Luna, General Ezponda, Tenerías, Sande, Plaza de Santiago o Ildefonso sólo podrán ser transitadas en coche por los residentes en la zona, por las personas que accedan a los hoteles o por los vehículos de carga y descarga.
Estos últimos "sólo podrán acceder los días laborables de 7.00 a 12.00 horas", puntualizó.
Además dos horas antes de cada desfile procesional, "el itinerario tendrá que estar despejado de coches, por lo que se prohibirá aparcar en aquellas zonas por las que discurra la procesión", bien sea dentro del recinto amurallado o en las calles extramuros.
UNA HECTÁREA CERRADA
"Esto supone cerrar al tráfico un espacio urbano de más o menos una hectárea de la ciudad", lo que redundará, según el jefe de la Policía Local, en una mejor organización de los desfiles procesionales.
Para que todo funcione con normalidad, se utilizarán 300 barandas, 5.000 metros de cinta de balizamiento, 56 señales de tráfico de prohibido aparcar, 60 señales de cierre de vía, señalización específica de cambio de dirección de la circulación y "un número indeterminado de octavillas de información a los vecinos y los establecimientos".
César García explicó también que los agentes están ya inspeccionando los itinerarios por donde transcurrirán las diversas procesiones para que no haya andamios, contenedores de obras o "cualquier cosa que pudiera interrumpir el paso de las imágenes".
Además se está informando a los establecimientos de hostelería situados en el circuito procesional de que al paso de las imágenes "bajen o apaguen sus equipos de música con la intención de no hacer incompatible la actividad comercial con las procesiones", subrayó García, al tiempo que recordó que "otros años, la respuesta de los bares ha sido ejemplar".
VENTA AMBULANTE E INDIGENTES
Dentro de todo el dispositivo organizado para preparar la ciudad de cara a la celebración de la Semana Santa, García explicó que también se han dado órdenes a los agentes para que se "aplique de una forma más rigurosa la ordenanza de la venta ambulante" y se despejen las calles de puestos callejeros que podrían entorpecer la circulación de los viandantes por las aceras.
También se prestará especial atención a los indigentes o mendigos, "y se ha ordenado a los agentes que los conduzcan a centros especiales donde les ofrezcan un servicio de comida y techo", apostilló.
En definitiva, y según explicó el concejal responsable de Seguridad Ciudadana y Tráfico, Santos Parra, también presente en la rueda de prensa, se trata de "hacer que la estancia de los visitantes sea lo más agradable posible" y de paso contribuir con todas estas medidas "a engrandecer la Semana Santa cacereña".
Por último, tanto el jefe de la Policía local como el concejal coincidieron en transmitir a los cacereños que "dejen el coche en casa y que se dispongan a disfrutar de un paseo por la ciudad y de las procesiones".