El arzobispo de Mérida-Badajoz dice que la aportación estatal a la Iglesia es "un deber" social y democrático

Europa Press Extremadura
Actualizado: martes, 14 noviembre 2006 16:03

Indica que la religión sirve al "cultivo" de la "naturaleza humana" y que la mayoría de los padres prefieren colegios cristianos

BADAJOZ, 14 Nov. (EUROPA PRESS) - .

El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, afirmó hoy en Badajoz que las aportaciones del Estado a la Iglesia son "un deber desde una concepción democrática de la sociedad".

Aracil hizo estas afirmaciones en respuesta "a las úlitmas declaraciones" de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vera, "en referencia la contribución del Gobierno al sostenimiento de la Iglesia".

La finalidad de su réplica a la vicepresidenta, apuntó el prelado, es que los ciudadanos "no hagan acusaciones a la Iglesia por culpa de la mala información y se tenga un criterio objetivo sobre este aspecto".

El arzobispo extremeño matizó que estas manifestaciones de la vicepresidenta del Gobierno se referían a los "acuerdos alcanzados" sobre la contribución estatal, respeto a la cual manifestó García-Aracil que "no es el Estado el que sostiene a la Iglesia", ya que su aportación "es el 25 por ciento de todo lo que necesita".

A este respecto Santiago García Aracil dijo que la Iglesia se "vale del voluntariado" y que las personas que cobran de ésta "no tiene varias de las prestaciones de la Seguridad Social como la baja por enfermedad".

Para el arzobispo se trata de "un deber" desde el punto de vista en el que el Estado hace un aporte económico a la dimensión cultural "de la persona para su cultivo y desarrollo integral, como inherente a la condición humana".

Así para Aracil la dimensión religiosa también forma parte de la "naturaleza humana desde Egipto a los precolombinos", matizando que así es el "pueblo entero y no el Estado el que aporta de sus fondos comunes una parte para la cultura, otra para el deporte y otra para la parte religiosa".

PRIVILEGIOS Y ACUERDO

El arzobispo de Mérida-Badajoz, dijo comprender que "haya quien considere que esto es un privilegio en favor de la Iglesia", pero que en realidad "es un deber de la sociedad conjunta", por que no se trata "de una afición de unos cuantos, sino una dimensión general de la naturaleza humana".

En este sentido el arzobispo pacense señaló que esto no signifcia que haya "más o menos creyentes entusiasmados", pero que cuando el Estado "subvenciona un deporte es para hacerlo subir y no por que tenga muchos aficionados".

Sobre el acuerdo alcanzado con el Estado para el reparto de aportaciones, Aracil afirmó que esta vez había habido "diálogo, ya que hasta ahora había sido una decisión unilateral del Gobierno".

En este punto García Aracil añadió que el acuerdo inicial viene del año 79, cuando el Estado daba a la Iglesia "un equis por ciento establecido de la declaración de cada creyente detraído para ésta, cifrado en el 0'52 por ciento", pero que como "todos los contribuyentes no eran cristianos y no se cubrían los mínimos establecidos y el Gobierno los suplía con una cantidad simbólica".

Aracil señaló que esta cantidad se debería haber incrementado anualmente según el IPC, pero que se incrementaba "según el Estado ha querido", de tal modo que desde que se establecio esta condición "solo se ha subido a la Iglesia el 7 por ciento de la cantidad inicial".

FORMA DE COTIZACIÓN PARA TODAS LAS IGLESIAS

En segundo lugar, el arzobispo se refirió a que cuando el Estado establece una forma de cotización para el desarrollo de la dimensión religiosa, ésta "no debe centrarse en la Iglesia Católica", ya que está defendiendo "no es que se alimente a la Iglesia Católica, sino que se cultive la dimensión religiosa de la sociedad".

Por tanto, apostilló Aracil, el Gobierno debe ayudar a "todas las instituciones religiosas" de acuerdo "a su desarrollo y proporción", dado que el "87 por ciento de los padres ha demando la educación religiosa para sus hijos", por lo que "se deberá tener en cuenta para un reparto lógico".

Por último, García Aracil declaró que estas críticas se hacían desde una "perspectiva constructiva" para que el ciudadano tenga conocimiento de la situación real, ya que si el Estado hace aprotaciones para la recuperación de determinado patrimonio es "en beneficio de todos".

De esta forma para el arzobispo de Mérida-Badajoz estas contribuciones sirven para la industría turística y cultural, por lo "aquello de los que se benefician todos debe ser sufragado por todos".

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