BADAJOZ, 16 May. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Cultura informó hoy de que ha finalizado las obras de restauración de los retablos de la Catedral Metropolitana de Badajoz y del Convento de las Carmelitas, también de la capital pacense.
En concreto, para la restauración del retablo mayor de la Catedral de Badajoz, y de las pinturas murales, la Consejería de Cultura, junto a Caja Badajoz, ha destinado 250.000 euros.
En el caso del Convento de las Carmelitas, la Consejería de Cultura ha invertido para la restauración del retablo mayor de la iglesia del convento 55.000 euros, y para el retablo de San Juan Nepomuceno, 16.000 euros. En total, se han destinado a estas obras 321.000 euros.
La restauración del retablo y de sus pinturas murales ha sido coordinada desde el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura. Ha durado un año y en ella han intervenido siete restauradoras, especialistas en madera policromada y en pintura mural. El proyecto para intervenir en este retablo fue encargado por la Junta en 2003, y consta de un estudio previo del bien mueble, y la propuesta de tratamiento.
TRABAJOS
Los trabajos de recuperación se han centrado en la limpieza, la revisión de anclajes, la fijación de dorados y policromía, la desinsectación, y la consolidación de soporte, rellenos y uniones. Asimismo, se han eliminado elementos extraños, y se han desarrollado tareas de consolidación de la capa pictórica, reubicación de piezas, reintegración volumétrica, reintegración pictórica y protección final.
La obra de la Catedral pacense se ha completado con la intervención en las pinturas murales de las paredes y el techo del presbiterio, que cuenta con una superficie aproximada de 240 metros cuadrados.
La propuesta de mejora, en este caso, ha consistido en la limpieza de la superficie, la eliminación de los elementos ajenos a las pinturas como la instalación eléctrica, la consolidación de la película pictórica y de los dorados, la supresión de las manchas de humedad. Por otro lado, se han rellenado las lagunas de la pintura mural, y se ha realizado una plasmación cromática mediante acuarela, y la protección final con una fina capa de resina acrílica.
El retablo mayor de la Catedral de Badajoz es una obra de la primera mitad del siglo XVIII y se inscribe en la corriente del barroquismo. Fue labrado en 1715 en Madrid y dos años después se asentó en la Catedral. Ginés López fue su autor y Manuel de los Reyes lo doró en 1722. El retablo es uno de los más grandes e importantes de la retablística extremeña; ocupa toda la cabecera de la catedral y cuenta con las siguientes dimensiones: 4,26 m. de ancho x 3,70 m. de fondo y 12 m. de altura.
LAS CARMELITAS
El retablo mayor de la iglesia del convento de las Carmelitas es originario del siglo XVIII, y está realizado en madera de pino dorada y policromada, de estilo barroco-churrigueresco. Ha sido restaurado, junto al pequeño retablo de San Juan Nepomuceno, sito también en el convento de las Carmelitas de Badajoz.
En la intervención, se ha realizado una limpieza mecánica que ha proseguido con una limpieza química. También se han eliminado los restos de cera y se han sacado todos los clavos no originales e inadecuados. Se han sentado todos los levantamientos de policromía y dorado, se han consolidado las zonas que presentaban pulverulencia causada por la carcoma y las termitas; y se han eliminado los repintes. Las piezas desencajadas se han llevado a su posición original con espigas o refuerzos, y se han reconstruido las faltas en las molduras con piezas de madera de cedro, eliminando previamente las molduras no originales.
Además, se han reproducido en madera los elementos decorativos de mayor volumen, integrándolos en el conjunto. Las faltas en la policromía que mostraban el tono blanco de la capa de aparejado se han integrado con aparejos. Se le ha dado una protección final del retablo con un barniz de resina acrílica.
El marco de madera del nicho del comulgatorio, destruido totalmente por las termitas, se ha sustraído completamente y se ha reconstruido el hueco dejado con mortero, policromado posteriormente con los tonos de la pared circundante.
Por último, se ha recuperado el Comulgatorio: se han reconstruido todas las molduras y piezas faltantes en madera de cedro, que se ha dejado en su color con una ligera veladura de nogalina. Los espejos se han fijado o se han repuesto; y se han tapado y tratado todas las lagunas.