Técnicos de la Confederación del Guadiana extreman la vigilancia para que no se reproduzca la plaga de camalote

Actualizado: lunes, 26 junio 2006 16:22

Explican que la variedad que infestó un tramo de 75 kilómetros del río es "más agresiva" que la presente en otras zonas de España

MÉRIDA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un total de 130 personas, entre técnicos y personal integrado en cuadrillas, vigiláran durante el periodo estival para que no se reproduzca la plaga de jacinto de agua o camalote que afectó a un tramo de 75 kilómetros del Río Guadiana desde el verano de 2004 hasta el invierno y primavera del presente año, cuando quedó prácticamente eliminada.

Se trata de la cuarta y última fase, denominada "de control y vigilancia", del Plan de Lucha Integral Contra la Invasión del Jacinto de Agua, según informaron hoy en rueda de prensa el coordinador del mismo, Nicolas Cifuentes, y Enrique Calleja, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), que es el órganismo en el que recayó desde el principio la lucha contra esta planta acuática originaria de Brasil, en colaboración con la Junta, la Universidad de Extremadura y el Ministerio de Medio Ambiente.

Cifuentes explicó que en las fases segunda y tercera del plan, que consistieron durante nueve meses en la extracción de la planta mediante máquinas y de forma manual, respectivamente, se llegaron a retirar 180.000 toneladas de camalote, lo que supone el 99% del que había a mediados de octubre de 2005, el momento en el que la plaga alcanzó su mayor extensión. En total se han empleado hasta la fecha más de 7 ,5 millones de euros en el plan.

SITUACIÓN ACTUAL

En documentación entregada a los periodistas se precisa que actualmente sólo quedan "manchas aisladas de reducidas dimensiones, especialmente en las zonas próximas al Badén de Valdetorres", así como algunas plantas de forma puntual a lo largo del tramo infestado.

En estos momentos se puede apreciar como el crecimiento de la planta de incrementa "día a día", debido a las altas temperaturas y los nutrientes que aportan los abonos de los cultivos agrícolas, sea por infiltración o por escorrentía a través de los desagües de riego.

Por tal motivo, los sistemas de vigilancia y control se están extremando, de forma que el tramo comprendido entre Ruecas y Badajoz capital recibe visitas contínuas desde las orillas y con ayuda de embarcaciones para dar la voz de alerta al menor indicio del jacinto de agua.

"Desconocemos el comportamiento --de la planta-- a partir de ahora", apostilló Cifuentes, quien puntualizó así mismo que a partir de un solo ejemplar de camalote se originó la plaga que abarcó 75 kilómetros del Guadiana a su paso por la provincia de Badajoz, en un tramo que va aproximadamente desde el puente nuevo sobre el Río Ruecas, a la altura de Don Benito, hasta la presa de Montijo. También se vieron afectadas desembocaduras de otros afluentes, como el Ortigas y el Guadámez.

AGRESIVIDAD ESPECIAL

Este experto explicó que el camalote que ha infestado el Guadiana pertenece a una variedad "especialmente agresiva" y distinta de la que ha aparecido en otras zonas de España, como, por ejemplo, en el Río Júcar.

Cabe indicar que, según los estudios llevados a cabo por la confederación en colaboración con la Universidad de Extremadura, de un solo ejemplar de jacinto de agua puede dar lugar a un grupo de 50 ó 60 en un periodo que oscila entre 15 días y 1 mes.

El camalote (Eichhornia Crassipes) está considerado por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza como una de las diez especies más peligrosas del mundo, en cuanto a su capacidad de convertirse en plaga fuera de su medio natural.

Se da, sin embargo, la circunstancia de que puede adquirirse en comercios especializados como planta ornamental para estanques en jardines. Al respecto, la Confederación del Guadiana ha propuesto que se inicien las gestiones para que se impida la venta de esta especie a particulares.