Anuncia una concentración frente a la sede de la compañía en Madrid para reclamar que la planta emeritense siga activa
MÉRIDA, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
UGT Extremadura advirtió hoy que el próximo cierre de la factoría de Repsol Butano en Mérida implicará la pérdida de sus empleos por los trabajadores de las empresas auxiliares, así como posibles desabastecimientos en periodo invernal.
Por tal motivo, el sindicato ha iniciado una serie de contactos con las administraciones para intentar que siga en activo la factoría emeritense, cuyo cierre está previsto junto con las que existen en Dos Hermanas (Sevilla) y Alicante. En rueda de prensa celebrada hoy en Mérida, representantes de UGT advirtieron así mismo de que si no se da una solución a este problema convocarán una concentración en la sede de Repsol Butano en Madrid, acto para el que cuentan con el apoyo de las demás factorías de España.
El secretario general de la federación de Industrias Afines de UGT en Extremadura, Enrique Fernández, indicó que estos cierres están dentro del plan que el grupo Repsol tenía de cerrar siete plantas en toda España, pero que tras negociaciones esta cantidad se redujo a las tres citadas.
Así, explicó que tres de las plantas restantes se mantendrán activas sólo de forma parcial y que la otra mantendrá su actividad de manera total.
El secretario regional de FIA-UGT señaló que el cierre total de la factoría presenta un problema laboral para los trabajadores de la misma, que se resolvería por parte de la empresa con un expediente de regulación de empleo, donde se realizarían traslados, prejubilaciones y bajas incentivadas.
No obstante, aseveró que este no sería el mayor problema laboral puesto que de los aproximadamente 100 trabajadores que hay en esta factoría sólo de 30 a 35 son directamente trabajadores de Repsol Butano, siendo el resto empleados de las empresas auxiliares, por lo que el expediente de regulación no los cubriría.
SIN RESERVA
Otro de los problemas que destacó Enrique Fernández, es el problema del abastecimiento de butano de la región, puesto que tras el cierre de la fabrica el gas se transportaría desde Algeciras, Puerto Llano y Madrid, con el consiguiente incremento en "tres o cuatro" del número de vehículos cargados de cisternas.
También, aseveró que en caso de problemas de abastecimiento o de un invierno "duro", Extremadura no contaría con la reserva de 14 millones de litros que tiene en este momento, de modo que se crearían multitud de problemas, pudiendo llegar a quedarse sin gas colegios y hospitales.
Por su parte, el secretario de acción sindical de FIA-UGT Extremadura, Manuel Jaramillo, aseguró que también se verá perjudicado el consumidor de gas a granel, puesto que ahora se les abastece desde Mérida de forma más económica porque no tienen que pagar el transporte desde zonas tan alejadas.
Además, se destacó la perdida económica que significaría para Extremadura que una empresa como Repsol Butano ya no trabajase en la región, puesto que la de Mérida es la única que existe.
Por último, los representantes de UGT informaron de que se han reunido hoy con el alcalde de Mérida, Ángel Calle, y que éste prometió hacer lo posible, así como de una próxima reunión con el director general de Ordenación Industrial de la Junta, quien a su vez se reunirá con el Grupo Repsol.
