MÉRIDA, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos UPA-UCE Extremadura ha rechazado los precios que la industria del tomate está ofreciendo a los agricultores ya que éstos "se sitúan por debajo de los costes de producción".
Así lo ha expresado la organización en una reunión mantenida con el consejero de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan María Vázquez, a la que han asistido las organizaciones profesionales agrarias y cooperativas con el fin de tratar los problemas a los que se enfrenta el sector del tomate en esta primera campaña donde entra totalmente en vigor la nueva OCM que ya no contempla ayudas acopladas a la producción.
Según explica UPA-UCE en nota de prensa, la industria debe pagar este año unos precios que "permitan a los productores mantener la rentabilidad de sus explotaciones y cubrir sus costes de producción", ya que éstos han subido en el último año han subido en torno al 20 por ciento "sobre todo en lo que se refiere a fertilizantes y carburante".
Con esta subida, explica la organización que a un agricultor le cuesta producir una hectárea de tomate unos 5.600 euros, lo que se traduce en unos costes de en torno a 80 euros por tonelada. Destaca que la producción media es de 70 toneladas por hectáreas.
Por tanto, en la reunión mantenida este martes, UPA-UCE ha trasladado al consejero de Agricultura que el sector no puede mantener este año los precios de la última campaña (entre 63 y 65 euros por tonelada) ni los propuestos por la industria para este año (entre 70 y 75 euros por tonelada), ya que "son insuficientes para cubrir los costes de producción".
Ha añadido UPA-UCE que los agricultores "necesitan que la industria pague unos precios que aseguren su rentabilidad y la continuidad del cultivo, de gran importancia para nuestra región".
Asimismo, UPA-UCE ha reiterado la "urgencia" de cerrar la firma de los contratos entre industria y productores en esta semana, "de forma que los agricultores puedan planificar la siembra del cultivo".
Señala finalmente la organización que en la reunión también se ha propuesto una reducción de las hectáreas sembradas de tomate "de forma que esa superficie se pueda destinar a otros cultivos más rentables antes de contratar tomate por debajo de costes".