Vecinos del barrio Suerte de Saavedra de Badajoz piden al consistorio mayores infraestructuras en la zona

Europa Press Extremadura
Actualizado: viernes, 3 febrero 2006 15:10

BADAJOZ 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

Más de una treintena de vecinos de la barriada de Suerte de Saavedra protestó esta mañana frente al Ayuntamiento de Badajoz para solicitar más infraestructuras en su barrio.

Según explicaron los protestantes, esta barriada, de más de 8.000 habitantes, sólo cuenta con un colegio, la parroquia, un jardín y un local de 50 metros cuadrados donde se ubica la Asociación de Vecinos.

Los manifestantes, que aguantaron bajo la lluvia, mostraban pancartas solicitando la señalización de los pasos de cebra y la elevación de los mismos en las calles principales, la construcción de pistas deportivas y la contratación de un conserje para el colegio.

Otra de las reivindicaciones fue el aumento de la seguridad en el barrio. Según el presidente de la asociación de vecinos, Félix Losa, "los policías llegan por una calle y se van por otra, no podemos permitir que los vecinos de Suerte de Saavedra se conviertan en policías".

Además, los vecinos solicitan la construcción de un centro social para diversas actividades que se les prometió tras la riada. Para esta iniciativa ya existen los terrenos pero según Losa "el Ayuntamiento y la Junta de Extremadura no se ponen de acuerdo y ni siquiera sabemos si al final se va a construir".

Losa añadió que llevan mucho tiempo solicitando infraestructuras para este barrio y que se han visto obligados a manifestarse ante la falta de resultados. "En diciembre, el concejal Alejandro Ramírez del Molino nos prometió poner en marcha esas demandas y estamos en febrero y no sabemos nada", declaró el presidente.

Por último, los vecinos solicitaron el traslado del mercadillo que se celebra en su barrio a la Avenida de Felipe Trigo, ya que este lugar no tiene viviendas y se evitarían la suciedad y las molestias que genera entre los vecinos.

Este barrio, que acaba de cumplir 25 años de existencia, cuenta con más de 1.700 viviendas sociales. Según los vecinos, se sienten abandonados y si el Ayuntamiento no responde a sus exigencias, seguirán manifestándose.

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