La Iglesia de Santa Catalina de Badajoz será Bien de Interés Cultural

Actualizado: viernes, 23 enero 2015 15:17

MÉRIDA, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El Diario Oficial de Extremadura (DOE) publica en su edición de este viernes la resolución por la que se procede a abrir el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento, a la Iglesia de Santa Catalina de Badajoz, con el objetivo de reconocer y proteger este elemento relevante del patrimonio cultural extremeño.

   Tras la publicación en el DOE de esta resolución, se abre ahora un periodo de un mes para el trámite de información pública, informa en nota de prensa el Gobierno autonómico.

   La Iglesia de Santa Catalina es un edificio relevante por los valores históricos que reúne, ya que es uno de los inmuebles religiosos más antiguos de Badajoz, de los tiempos en los que la ciudad se expandió extramuros de la Alcazaba, añade el Ejecutivo regional.

   Mantiene, además, una correlación con avatares históricos significativos que sucedieron en España, como la Contrarreforma, la creación y expulsión de la Compañía de Jesús, las guerras con los portugueses, el periodo de desamortización, la privatización del patrimonio religioso y su abandono, la Guerra Civil y la recuperación en el último periodo democrático.

   Desde el punto de vista artístico, este edificio supuso, tras su remodelación, la introducción en la provincia de Badajoz de la arquitectura jesuítica, con su posterior expansión a Portugal.

   La Iglesia de Santa Catalina formó parte en sus orígenes del Convento de Agustinas fundado en 1515 y habitado por estas monjas hasta 1623. Unos diez años más tarde, hacia 1633, se instaló en este complejo la Compañía de Jesús, que adquirió diversos edificios anexos para ampliarlo y que lo ocupó hasta la expulsión de los jesuítas de España, decretada por el rey Carlos III en 1767. A continuación, el templo se convirtió en la Parroquia de Santa María la Real.

   Con la Desamortización de Mendizábal, el inmueble pasó a manos privadas y llegó a albergar en la segunda mitad del siglo XX una fábrica de ladrillos y baldosas hidráulicas. En 2013, el Ayuntamiento de Badajoz adquirió el edificio con el objetivo de impulsar su rehabilitación y puesta en valor

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