Actualizado 04/12/2006 19:09

Ánxela Bugallo solicita comparecer en la Cámara gallega para exponer la decisión sobre el futuro de la Cidade da Cultura

Galicia Actual

La Xunta prevé definir los usos del complejo ideado por Peter Eisenman en el último mes de 2006, siete años después de concebirla


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

La conselleira de Cultura, Ánxela Bugallo, ha solicitado comparecer, a petición propia, en la Cámara gallega para exponer la decisión adoptada por la Administración gallega, tras oír a distintos expertos, sobre el futuro de la Cidade da Cultura de Galicia, en construcción en el Monte Gaiás, en Santiago de Compostela.

Según informaron a Europa Press fuentes parlamentarias, la petición de comparecencia de la miembro del Gobierno gallego se registró el pasado 16 de noviembre y, ahora, está pendiente de los trámites referidos a fijar el orden del día de los plenos ordinarios de la Cámara gallega para este mes de diciembre. Esta comparecencia se producirá como culminación del proceso iniciado por Cultura para redefinir los usos y contenidos del proyecto ideado por el arquitecto Peter Einsenman y en el que se han producido continuos retrasos.

Ante la importancia de la cuestión, la conselleira quiere exponer la decisión sobre la Cidade da Cultura en sede parlamentaria y cumplir la previsión de hacerlo en 2006, indicaron a Europa Press fuentes del departamento de Cultura de la Xunta. No obstante, queda en función de lo que acuerde la Junta de Portavoces parlamentarios, que podría fijar la intervención de Ánxela Bugallo para el pleno ordinario del 12 y 13 de diciembre o, como parece más probable, para el 26 y 27 de diciembre.

Según el calendario previsto desde hace meses por Cultura, el complejo arquitectónico del Monte Gaiás dispondrá de usos definidos para sus edificios desde 2006, siete años después de que se fallase el concurso internacional para su construcción. Los presupuestos de la Xunta para 2007, elaborados por el bipartito, limitan la inversión para la Cidade da Cultura a la conclusión de las obras "en muy alto grado de ejecución", ya que sólo se consignan cerca de 50 millones.

En consecuencia, la inversión se restringirá a finalizar las obras "en plena ejecución" --el archivo, la biblioteca, el edificio de servicios y el de la música-- y no asignará "nada" a proyectar nuevos edificios, a la espera de la "reorientación" del proyecto a la que se ha comprometido el Gobierno.

LARGA CONCEPCIÓN

La Xunta de Galicia es la entidad promotora de este proyecto arquitectónico y cultural. La concepción de este gran espacio tuvo su origen en uno de los gobiernos populares presididos por Manuel Fraga, pero tras el cambio político surgido de las elecciones autonómicas en junio de 2005 es el bipartito formado por PSdeG y BNG --partido que se opuso en un principio a la actuación-- quien asume su construcción.

El proyecto básico para la construcción del complejo en el Monte Gaiás, formulado en 2000, prevé una superficie construida de 75.000 metros cuadrados, ocupados por los edificios de la Biblioteca y Hemeroteca de Galicia; el Museo de la Historia de Galicia, el Edificio de Nuevas Tecnologías, el Teatro de la Música, los Servicios Centrales y Administrativos y el Bosque de Galicia, a los que se sumaron las Torres Hejduk.

El presupuesto inicial de esta actuación se situó en más de 130 millones de euros, pero la revisión hecha por el bipartito actualizó el coste estimado en 388 millones de euros. Además, la nueva Xunta se planteó a principios del pasado enero que 2006 debía ser el año en el que se concrete una redefinición "definitiva y lo más completa posible" del proyecto cultural a implantar en el complejo del Monte Gaiás.

SUSPENSIÓN DE OBRAS

Anxela Bugallo anunció el 31 de enero la suspensión temporal, durante 14 meses, de las obras de los edificios del Teatro de la Música y de Nuevas Tecnologías de la Cidade da Cultura, los menos avanzados en su construcción. En principio, tras la negociación con las empresas adjudicatarias, la Xunta ahorró 4,8 millones de euros en las indemnizaciones por la paralización de las obras de los dos edificios.

Desde entonces, se han sucedido las intervenciones de los dirigentes de la Xunta e, incluso, el propio presidente del Ejecutivo gallego, Emilio Pérez Touriño, ha resaltado que la Cidade da Cultura es "un proyecto de país". Además, la Administración gallega ha recabado opiniones sobre posibles usos para los distintos edificios, con informes encargados al Consello da Cultura Galega (CCG) y al Patronato del Museo do Pobo Galego, así como la aportación voluntaria realizada por el Ayuntamiento de Santiago.

Simultáneamente, Cultura contrajo públicamente a principios de marzo "la responsabilidad" de dirigir y "guiar" el proceso de participación de los distintos agentes culturales en la definición de usos y contenidos del complejo, para lo que días más tarde convocó concurso público que permitió escoger a la empresa que se encargaría de organizar y ejecutar los mecanismos que permitan recabar todas las opiniones.

LÍNEAS ORIENTADORAS

El departamento de Ánxela Bugallo marcó unas "líneas orientadoras" que sirvieron al CCG y al Museo do Pobo Galego para elaborar sus informes, así como para organizar el proceso de participación de los agentes culturales. El complejo debe ser "identificador" de la identidad cultural de Galicia, un espacio para la innovación, una factoría cultural, un activador del patrimonio histórico y cultural de Galicia, un foco para la atracción del turismo cultural, un espacio de aplicación de las nuevas tecnologías y del I+D+i, y contar con proyección mundial para difundir la creación cultural gallega, entre otras cuestiones.

A partir de ahí, el CCG, entre otras aportaciones, propone que la biblioteca-hemeroteca de la Cidade da Cultura de Galicia se convierta en un espacio "de referencia" que acoja fondos de documentos y publicaciones periódicas en distintos formatos y pertenecientes a los ámbitos gallego, lusófono e, incluso, latinoamericano.

Entre las ideas hechas por el Museo do Pobo Galego está que se dote al complejo arquitectónico de un espacio, que denomina Museo de Galicia, que analice los grandes problemas de Galicia y sus posibles soluciones con enfoques multidisciplinares y una perspectiva de futuro, y de un Centro de Formación y Coordinación que albergase una Escuela Superior Europea de Gestión Cultural.

Además, los expertos que trabajaron para la Alcaldía de Santiago en una redefinición de contenidos para la Cidade da Cultura de Galicia proponen que esté orientada a la "creatividad contemporánea", hasta el punto de sugerir que se le cambie el nombre al complejo arquitectónico, y defienden una integración urbanística y unas adecuadas infraestructuras de comunicación con el casco urbano de la capital gallega.

El pasado 30 de septiembre los agentes culturales gallegos representantes de distintos ámbitos, a través de su participación en reuniones, mesas de trabajo y del Foro da Cidade da Cultura, proponen a la Xunta de Galicia "que se cambie el nombre" al complejo heredado del anterior gobierno autonómico y reclaman que este proyecto "no absorba todo el presupuesto en materia cultural".

Después de este largo proceso y con retraso sobre el calendario inicialmente fijado desde la consellería, la decisión de a qué se dedicarán los edificios de la Cidade da Cultura aún está por tomar y la "responsabilidad" corresponde al departamento de Ánxela Bugallo, aunque todo el Gobierno gallego asume el proyecto como suyo y coincide en la necesidad de implicar al sector privado. Ahora parece que será el Parlamento el escenario para dar a conocer la decisión.

En cuanto a la previsión de conclusión, inicialmente debía estar funcionando en 2004 o 2005, pero a lo largo de estos siete años los plazos se han ido modificando, de forma que actualmente la Xunta sostiene que estarán finalizadas y funcionando "en 2012", aunque algunos edificios --el de Biblioteca y Arquivo-- estarán terminados en 2007 y funcionando en 2008.