Su presidente urge "ayuda" para identificar dueños y abrir expedientes, para lo que espera que el convenio con la Xunta se firme en junio
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la federación gallega de municipios y provincias (Fegamp), Alfredo García, habla ya de un "plan B" ante la imposibilidad de cumplir el plazo de 31 de mayo para que todos los particulares de Galicia hayan limpiado sus fincas, en cumplimiento con la obligación de mantener unas franjas de seguridad contra los incendios forestales.
De hecho, en una entrevista con Europa Press, García estima que entre el 45 y el 50% de las parcelas de "buena parte" de la provincia de Ourense seguirá sin tener identificado a su propietario el próximo 1 de junio.
Ese día habrá expirado ya el plazo (de 31 de mayo) para tener limpias las denominadas franjas de seguridad ante los fuegos, que han de ser de 50 metros en las inmediaciones de inmuebles y viviendas.
La horquilla del 45-50% es la que el responsable de la Fegamp calcula para fincas sin dueño conocido en el ayuntamiento que preside, O Barco de Valdeorras, pero es una cifra que cree extrapolable "a buena parte" de la provincia de Ourense, lastrada por un abandono "tremendo" y cuya casuística es diferente, por ejemplo, a la de Lugo, con menos minifundio.
En su caso, ha explicado que su consistorio ya ha asumido el desbroce de parcelas de propietario desconocido en algunas parroquias. Sin embargo, se queja porque no da "a basto", ya que para emprender esta vía es preciso abrir un expediente, que es necesario publicar. Un proceso, alega, que bloquearía la actividad de cualquier municipio en caso de querer acometer el 100% de los casos.
Ni en O Barco ni en la mayor parte de ayuntamientos gallegos existe personal suficiente para hacer frente a estas labores, apunta García. "De ahí la necesidad de ayuda", subraya.
NUEVA REUNIÓN LA SEMANA QUE VIENE
Por ello, y con el ánimo de que esas parcelas abandonadas pasen a manos de vecinos que las quieran explotar, urge el nuevo convenio anunciado por la Xunta para colaborar de forma financiera con los ayuntamientos para que asuman estas tareas.
La semana que viene, "casi con toda seguridad", habrá una nueva reunión de carácter técnico para avanzar en la redacción del texto y García espera que de ese encuentro salga un borrador "definitivo".
Ambas partes llevan "menos de un mes en ello" y es "un tema complejo", de ahí que el responsable de la Fegamp pida calma cuando se habla de fechas, sin ocultar que a su juicio el convenio "debería estar" listo en junio, para que los trabajadores (entiende que de la empresa pública Seaga) se pongan a actuar ese mismo mes.
La cuantía económica que contemplará el acuerdo ha sufrido "un baile de cifras", y en estos momentos García se inclina a pensar que para 2018 la dotación será de 6 millones de euros, teniendo en cuenta que "solo van a ser seis meses" de trabajo.
Y pone el foco, al margen del desbroce, sobre la identificación de parcelas y posteriores sanciones, puesto que "una cosa lleva a la otra". "Yo en el momento que identifico a un dueño, ya tengo a quién decirle 'desbroza': esa es la clave", incide.
EL 31 DE MAYO COMO "DÍA MÁGICO"
"Parece que estamos haciendo del 31 de mayo como un día mágico, o algo así, en el que se van a resolver los problemas", advierte Alfredo García en la entrevista con Europa Press.
En este sentido, interpreta que, llegado ese día, lo que ocurrirá será que "el día 1 de junio habrá gente que habrá desbrozado (...)" y otra que no, por lo que será necesario "empezar con el plan B".
Este 'plan B', expone, consiste en "ver quién ha limpiado, quién no ha limpiado y al que no ha limpiado, evidentemente, empezar a abrir expedientes sancionadores".
De esta manera, el presidente de la Fegamp y alcalde de O Barco aboga por "bajar un poco las expectativas", toda vez que considera que es "imposible" que el 31 de mayo estén todas las parcelas desbrozadas.
MÁS DISPOSICIÓN
Eso sí, admite que sí observa un adelanto con respecto a otros años, con mayor disposición por parte de los particulares para cumplir con esta obligación legal.
Los municipios han realizado avisos, emitido bandos y recordado a los vecinos que corren el riesgo de ser multados y hasta expropiados, señala. Estas actuaciones generan un "efecto de lluvia fina" en la gente, "no una tormenta". "Va poco a poco", ahonda García.
Vuelve al ejemplo de su ayuntamiento para ilustrar lo avanzado: "Nosotros hemos empezado en la zona urbana, donde hay mucho peligro, y después de mucho trabajo, ahora, de 100, 100 y pico propietarios rebeldes que había, quedan tres, cuatro o media docena", indica.
Con todo, añade que "es más difícil" en las franjas del monte, por lo que constata que ahora, "con la colaboración de todos", hay que dar "el salto a lo forestal". "Si todos trabajamos en común, por fin se va a plasmar", valora, después de celebrar como "muy importante" que la Xunta "por primera vez" hable de dinero en el convenio que está por rubricar.
"LO QUE PRODUCE NO SE QUEMA"
Por último, lanza un mensaje crucial al que ya hizo referencia en su intervención en la comisión de estudio sobre la problemática de los incendios en el Parlamento: "Lo que produce no se quema", sentencia.
Así, y aunque precisa que "las cosas necesitan tiempo", llama la atención sobre que "tampoco se trata de que las franjas estén limpias pero sin producción". Las parcelas, resuelve, "tienen que producir algo para que compense tenerlas limpias", y que con ello se evite en la medida de lo posible que los incendios, como cada año, quemen miles de hectáreas en la comunidad.
