Ha invertido "cerca de 92 millones de euros" en este proceso entre los años de 2009 y 2017
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Consellería de Medio Rural ha invertido "cerca de 92 millones de euros" en procesos de reestructuración parcelaria durante los últimos nueve años, tal y como ha asegurado en un comunicado en el que ha señalado que este proceso favorece "el asentamiento de la población en el mundo rural" gallego.
En este sentido, la Xunta ha incidido en su "fuerte compromiso" con las reestructuraciones parcelarias, para tratar "de dar un salto cuantitativo" en las mismas. Así, ha informado de que "se está reforzando de manera importante el presupuesto" destinado a estas iniciativas.
En concreto, Medio Rural ha asegurado que, entre los años de 2009 a 2017, se han firmado 944 contratos, "tanto de obras como de servicios técnicos", por valor de 91,9 millones de euros. Gracias a esta inversión, se ha avanzado en "la ordenación del territorio", hasta quedar 128 zonas activas.
La Xunta ha señalado que, pese a que la media de inversión destinada a tal fin entre 2009 y 2015 fue de 11,3 millones de euros, en 2016 "se dobló el presupuesto", hasta los 22,14 millones. Esta cifra se ha mantenido en el presente ejercicio de 2017, con 22,18 millones.
BENEFICIOS
Los procesos de reestructuración han traído consigo una serie de beneficios, tal y como ha apuntado Medio Rural. Entre ellos, "ha aumentado la base territorial de las explotaciones" y se "han reducido considerablemente los costes de producción de las mismas", con lo que se "ha incrementado su sostenibilidad y competitividad en el mercado".
Entre las ventajas está el "clarificar y actualizar la titularidad de la tierra" en Galicia, para poder "crear una red viaria que mejore las comunicaciones" entre poblaciones. Además, esto "facilitará la modernización" de los medios mecánicos que se utilizan en estas explotaciones agrícolas.
Por lo tanto, según ha indicado la Xunta, las "reorganizaciones" favorecerán "la diversificación de los usos del suelo", así como "la reducción de las parcelas abandonadas", con el beneficio que esto supone para "la lucha contra los incendios". También ayudará a establecer "una producción competitiva", lo que elevará "el nivel de vida de los profesionales agrícolas en Galicia".
